Ya está, el campeonato es suyo. San Antonio de Bulo Bulo hizo historia, logró en el año en que ascendió por primera vez a la División Profesional, ganar un título, el del Apertura 2024. La euforia de sus hinchas en el estadio Carlos Villegas, fue desbordante, mientras el DT Thiago Leitao y los jugadores celebraban el 1-1 ante la U de Vinto (3-2 en el global) que les dio el logro.

Por eso tras el agradecimiento de los jugadores hacia la tribuna de preferencia, la ovación fue tremenda, entre gritos y sonidos de ‘vuvuzelas’. Cuando los flamantes campeones alzaron el trofeo la celebración continuó como si hubiera una conexión permanente con los hinchas. Los abrazos, las lágrimas de los jugadores, hacían un cuadro perfecto.

Llegar hasta este momento no fue fácil, porque en el camino los 'santos' dejaron a equipos como Bolívar e Independiente; fue clave mantener la unidad, el ‘espíritu amateur’ de querer competir siempre, sin agrandarse, sino con el objetivo claro. El logro permite al club embolsillarse $us 3 millones, aunque lo económico es solo una consecuencia de lo bien que hizo este equipo humilde.

En el partido, San Antonio golpeó primero, el desborde de Carlos Preciado terminó con Felipe Pasadore (14’) golpeando en el corazón del área pese al intento de bloqueo del meta Gustavo Almada. Ese 1-0 fue una puñalada para la ‘U’ de Vinto, porque le obligaba a salir desde atrás, a buscar como sea remontar porque el 3-1 global lo dejaba fuera de carrera.

San Antonio controló el juego, cuando Edwin Rivera y Carlos Ribera recuperaron en el medio, buscaron a Preciado y Pasadore para arremeter por los costados. Al experimentado Lencinas le fue difícil controlar a Passira que se movía por todo el frente aprovechando su despliegue físico. El local sabía que si la visita le daba un resquicio no lo iba a desaprovechar.

¿Y la ‘U’? Pálido trabajo en ofensiva, dio la sensación en esa etapa que Tommy Tobar jugaba solo, porque el respaldo de Joel Calicho, Leo Arana y Rodrigo Llano, fue bajo. Un potente remate de Iván Vidaurre fue lo más claro, después fue solo esperar los embates de un San Antonio entusiasmado, que ya anticipaba lo que se venía para más adelante.

En el complemento sufrió un poco, pero respondió con solvencia el meta Kevin Junior Vera. Le sacó pelotas increíbles a Rodrigo Llanos, Ronaldo Monteiro y Javier Lencinas, aunque perdonó también cuando Ariel Jaldín  en dos ocasiones no pudo rematar con precisión ante el achique de Gustavo Almada.

El empate de Monteiro (71’) le puso mayor emoción a la segunda final porque la ‘U’ de Vinto se había ido con todo con el ingreso de Maxi Núñez y Monteiro a quienes se acopló Rodrigo Llanos. Sin embargo, la expulsión de Giménez tras agresión a un intratable Pasadore, paralizó el juego entre empujones de ida y vuelta. Con uno menos,perdió mucho la visita.

Para San Antonio fue el momento de demostrar de qué estaba hecho y lo consiguió, cimentado en Castellón que ingresó en el segundo tiempo y en Pasadore que siguió llevándose defensores por delante. Al final el título no admitió discusión y en medio de la euforia de sus seguidores, surgió un equipo que se ganó el respeto, por mérito propio, del fútbol grande en Bolivia.


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