El exarquero e ídolo de River Plate, Amadeo Raúl Carrizo, falleció la madrugada de este viernes en Buenos Aires. El corazón del exguardameta dejó de latir a los 93 años en la clínica Zabala donde estaba internado desde hace diez días. Allí le habían realizado un drenaje en la espalda, que se le complicó hasta quitarle la vida, según medios de ese país.

Carrizo, que también defendió los colores de la selección argentina, nació el 12 de junio de 1926 en Rufino, provincia de Santa Fe. Su gran legado que dejó en el fútbol fue la innovadora forma de cuidar el arco. El argentino fue el primero que comenzó a jugar con los pies, criticado inicialmente y valorado después por sus colegas y entrenadores.

El hombre que después se transformó en leyenda del fútbol argentino fue tan importante, que en la actualidad se celebra el Día del Arquero Argentino el 12 de junio, día del nacimiento de Carrizo. El Senado Nacional de este país instituyó la fecha en honor al exguardameta.

En cuanto a su recorrido en el fútbol, Carrizo hizo su debut el 6 de mayo en 1945 en River Plate, equipo donde lo idolatraron. Fue el jugador que más veces defendió esa camiseta al disputar 520 partidos a lo largo de 23 años. En el conjunto de la banda roja obtuvo siete campeonatos de primera división, una Copa Ibarguren o Campeonato Argentino y dos Copa Aldao. Esta última también llamada Copa Río de la Plata, porque la disputaban el campeón de Argentina y el de Uruguay.

En la Albiceleste estuvo en el Mundial de Suecia en 1958, pero fue eliminado en primera ronda; sin embargo, no todo fue amargura, ya que en 1964 ganó la Copa de las Naciones disputada en Brasil. En ese torneo atajó un penal a Gérson en la victoria ante la Canarinha (0-3). Carrizo terminó con el arco invicto. En la final, Argentina venció  a Inglaterra por 1-0 en Río de Janeiro.

Después de dejar River, pasó a Millonarios, de Colombia, donde disputó 60 partidos en dos años antes de poner punto final a su carrera. Como entrenador tuvo poco recorrido, ya que dirigió por una temporada a Deportivo Armenio, de la tercera división del fútbol argentino en 1972 y al colombiano Once Caldas un año después.

De acuerdo a medios de Argentina, la voluntad en vida de Carrizo era ser sepultado en su tierra, por lo que será cremado y sus cenizas enviadas su natal Rufino, donde también le rendirán honores.