Marcar, aguantar, sufrir y festejar. Blooming logró una victoria valiosa ante Oriente (0-1) que le permite sumar 18 puntos y escalar a la tercera posición el Clausura. Para aplaudir a esta academia valiente, que supo golpear en el momento justo para después defender con uñas y dientes esa ventaja que terminó marcando diferencias en el clásico 201.

La celebración en las graderías fue única tras el final, mientras en cancha y antes del festejo de los celestes, hubo empujones y hasta intenciones de gresca entre Marcos Riquelme y Arquímides Figuera, aunque después la Policía y la seguridad privada controlaron la situación. La victoria no admitió discusión porque Blooming tuvo hombría, fue siempre fuerte.

Oriente, en cambio, lució desconcertado, por momentos hasta con dos menos por el rendimiento de Riquelme y de Añez, que jugó -inesperadamente- como extremo por izquierda. Esas ventajas la supo aprovechar su rival, que tuvo en César Romero a uno de los mejores del partido yal mexicano Othoniel Arce que marcó el gol, como otro de los que sobresalió.

En la etapa inicial Blooming golpeó y luego cuidó el gol. A los 7’ del partido, tras pase perfecto de Daniel Aponte, el mexicano Othoniel Arce paró de pecho y golpeó una pelota incómoda que terminó en el ángulo derecho de Alejandro Torres. Ese 0-1 trajo confianza para que los celestes cada vez que recuperaran, buscaran al mexicano y a Menacho.

Oriente, en cambio, no tuvo fluidez, primero porque no hubo quién haga daño como extremo por izquierda -se sacrificó a ‘Ricky’ Añez en una función que no es la suya- y porque Marcos Riquelme estaba entre algodonos, calculando no ir al choque para no lesionarse. Esa situación allanó el camino de su rival para recuperar rápido y lanzarse al ataque.

En ese instante de ‘recuperar rápido’ hay que destacar la labor de César ‘Tarzán’ Romero; rápido, atento para cortar y sin dubitar para cerrar a Riquelme y a Dorrego cuando la situación lo requirió. En la transición del juego le costó un poco con Moisés Villarroel, pero cuando la pelota cruzó campo rival, Menacho y Arce siempre generaron ajetreo a los rivales.

Un remate de derecha de Hugo Dorrego y otro disparo de Diego Barreto, fue lo más peligroso de Oriente antes del riesgo que originó Riquelme y que salvó Lacerda con la cabeza. Así se fueron al descanso y en el complemento Blooming movió el tablero: ingresaron Denilson Durán y Héctor Suárez, por Daniel Aponte y Juan Carlos Arce.

El primer objetivo era reemplazar al lesionado Aponte, y el segundo, darle piernas frescas para quitar y salir rápido. Y en ese inicio del segundo tiempo Oriente se fue con todo, presionó y hasta por poco igualó a través de un zapatazo de Hugo Dorrego que sacó Uraezaña con una estirada espectacular. Fue, en realidad, el aviso de lo que pretendía Oriente.

Pero no fue la única, porque a los 66’ Riquelme de nuevo exigió al meta que, con una chilenita de sorpresa, originó la reacción felina del 1 celeste que apareció en el momento justo. Era el momento Albiverde, que sentía que lo podía igualar, pero no encontró la llave, y cuando lo hizo las manos del arquero sostuvieron la victoria. Blooming necesitaba salir de atrás.

A un costado el DT Carlos Julio Bustos corría de un lado para el otro y pedía a su equipo que salgan, que no se metan atrás. Al que más le gritaba era a Figuera para que empujara, pero salir era difícil, porque su rival lo tenía contra las cuerdas aprovechando el ímpetu de Dorrego y Villarroel y poco después de Kevin Salvatierra que subió para ayudar por izquierda.

La situación se complicó para Oriente cuando ‘Ricky’ Áñez vio la roja a los 69’ por un planchazo contra Durán. Y mientras tanto, Othoniel Arce hacía de las suyas arriba, reteniendo la pelota y provocando faltas que sacaron de quicio a los Albiverdes. Al final el 1-0 no se movió y Blooming acabó festejando una victoria que la buscó, que la trabajó y que la festejó.