Oriente Petrolero enfrenta una situación crítica bajo la dirección de Joaquín Monasterio, quien ha decidido permanecer en su cargo a pesar de las especulaciones sobre su posible renuncia. Luego del reciente empate contra Independiente, algunos medios partidarios sugirieron que el entrenador podría dar un paso al costado.

Sin embargo, Monasterio se comunicó con El Deber Sport para confirmar que seguirá al frente del equipo. “Vamos a entrenar el sábado y domingo; el grupo está firme y saldremos a ganar el lunes”, afirmó.

La incertidumbre en torno a la continuidad de Monasterio se debe a la profunda crisis económica e institucional que atraviesa Oriente Petrolero. Los jugadores y el cuerpo técnico han expresado su preocupación por los salarios adeudados, que oscilan entre 5 y 10 meses. Esta situación ha generado un ambiente de descontento, afectando la moral del plantel y su rendimiento en el campo.

El presidente del club, Ronald Raldes, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la situación del equipo ni sobre las demandas de los jugadores. No obstante, ha presentado una carta solicitando licencia, dejando la presidencia interina en manos del primer vicepresidente, René Urioste. La falta de claridad en la dirección del club ha alimentado las tensiones entre los hinchas, quienes hace algunas semanas solicitaron a través de una carta que Raldes renuncie a su cargo.

A pesar de los desafíos, Monasterio se muestra optimista y comprometido con el equipo. “Seguiremos entrenado, estamos firmes, expresó el director técnico, destacando la dedicación de los jugadores a pesar de las adversidades. La hinchada también ha mostrado su apoyo al plantel, aunque con creciente frustración hacia la gestión administrativa.