Los resultados no importaron. Pese a que sabían que no llegaba a esta Copa América como la favorita al título, cientos de hinchas viajaron desde diferentes partes de Bolivia hacia Brasil para apoyar de cerca a la Verde, que integró el grupo A junto con el anfitrión, Perú y Venezuela. Los aficionados se hicieron sentir en los tres partidos de la serie e incluso algunos viajaron de sede en sede para alentar hasta el último suspiro.

Todo arrancó el 14 de junio con el partido inaugural, Brasil frente a Bolivia, en el estadio Morumbí de San Pablo, la ciudad más grande del país vecino. Días antes del debut los aficionados llegaron para canjear sus entradas y conocer la urbe. Algunos hinchas paseaban por la calle con la bandera tricolor amarrada en el cuello.

El día del partido ante la Canarinha, los aficionados bolivianos estaban dispersos por las graderías del estadio. Sin embargo, las pocas veces que la Verde generó peligro de gol se escuchó los gritos de la afición nacional. “Para mejorar se necesita apoyo, los bolivianos tenemos que dejar de criticar y alentar más”, dijo el hincha cruceño Diego Gutiérrez, tras la derrota por 3-0.

La siguiente parada de la Verde fue Río de Janeiro, a donde un numeroso grupo de aficionados no llegó porque retornó al país por motivos de trabajo. Los hinchas que continuaron el camino dijeron presente en el mítico estadio Maracaná y en las playas de esta ciudad turística. El día del partido (18/6), los locales fueron los peruanos que llegaron al escenario deportivo masivamente.

Los bolivianos que apoyaron a la selección gritaron eufóricos el gol de Marcelo Martins que daba la victoria transitoria ante Perú. Al final del cotejo con el marcador adverso (3-1), los aficionados no se quitaron la camiseta y continuaron por las playas de la ciudad con la bandera flameando.

El tercer y último partido de la Verde en la fase de grupos fue contra Venezuela en Belo Horizonte. Para este compromiso, la cantidad de aficionados fue poca para ambos planteles. Algunos no quisieron llegar a esa ciudad porque es menos turística y más cara. A otros se les acabó la vacación y tuvieron que retornar al país.

Los pocos aficionados que asistieron al estadio Mineirao apoyaron a la Verde hasta el último minuto de adición.