Sonriente y rodeada de sus hijos. Así ha aparecido la princesa Catalina en la primera imagen oficial publicada por el Palacio de Kensington desde su operación quirúrgica en enero, poniendo fin a un largo y poco habitual silencio mediático que suscitó rumores sobre su salud.

La difusión de esta fotografía tiene lugar días después de que la prensa rosa estadounidense publicara unas imágenes suyas sin posar y de una cierta confusión sobre la presencia de la princesa en un acto en junio.

La última aparición pública de la esposa del príncipe Guillermo, el heredero de la corona, se remonta a la misa navideña de la familia real en Sandringham, en el este de Inglaterra, hace dos meses y medio, un intervalo de tiempo muy largo sin imágenes de ella, cuyos desplazamientos suelen copar las portadas de la prensa británica.

En la fotografía publicada este domingo, la princesa de Gales, de 42 años, aparece sonriendo y rodeada de sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, sentada en una silla de jardín y vestida con jeans, un suéter y una chaqueta oscura.

La fotografía fue tomada por el príncipe Guillermo en "Windsor a principios de esta semana", según un comunicado del Palacio de Kensington.

"Gracias por sus deseos y su continuo apoyo durante los últimos dos meses. Les deseo a todos un feliz Día de la Madre", celebrado este domingo en el Reino Unido, indica el mensaje junto a la imagen, firmado con una "C" de Catalina.

- Interrogantes -

La comunicación sobre la operación y la convalecencia de Catalina ha suscitado muchos interrogantes e incluso críticas, y difiere de los esfuerzos de transparencia que defiende el Palacio de Buckingham sobre el cáncer que padece el rey Carlos III.

Kensington anunció el 17 de enero que Catalina había sido sometida a una operación "programada" de abdomen, sin precisar la causa, pero desmintiendo que estuviera relacionado con un cáncer. Y dijo que la princesa no reanudaría sus actividades oficiales antes de Pascua.

Doce días más tarde, el palacio informó que la princesa había regresado a su domicilio en Windsor. 

Desde entonces, no hubo más comunicaciones, salvo una breve declaración a finales de febrero, en plenos rumores sobre su salud, para decir que estaba "bien", tras la anulación de un compromiso público del príncipe Guillermo por "razones personales".

Pero esta semana, la estrategia comunicativa del palacio hizo agua cuando se publicó el lunes en la prensa especializada estadounidense una imagen de Catalina, con gafas oscuras, sentada en un coche conducido por su madre.

La imagen no fue publicada por la prensa británica, conforme al pedido oficial de respetar la vida privada de la familia durante la convalecencia de la princesa.

Al día siguiente, el ministerio de Defensa mencionó en una de sus páginas web que Catalina participará el 8 de junio en un acto militar relacionado con el aniversario de Carlos III.

Su oficina del Palacio de Kensington no confirmó su presencia y varias fuentes del entorno monárquico aseguran que no fueron consultadas previamente por el gobierno, que acabó retirando la mención de la presencia de Catalina.

 

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