La detención de Lula da Silva complica la situación del Partido de los Trabajadores (PT) para las elecciones presidenciales de este año. Para el politólogo Leonardo Barreto, la estrategia que viene siendo usada por el PT, de sustentar el discurso de persecución política, debilita la leyenda y perjudica la defensa del exmandatario. 

El PT se resiste a mencionar otros nombres de posibles candidatos o apoyar a otros. Con Lula preso y con grandes restricciones para hacer campaña, parte de los votos irán para los candidatos Marina Silva, de la Red, y Ciro Gómez, del PDT.

Preso, Lula da Silva no deja herederos políticos y eso fortalece otras candidaturas de izquierda. La estrategia del PT, de asociar la defensa de Lula con la campaña política, genera más problemas que beneficios. Aun cuando el PT opte por presentar otro candidato, los posibles postulantes Jaques Wagner o Haddad no serán capaces de atraer los votos de Lula.