Una ley que prohíbe la mayoría de los abortos después de las seis semanas de embarazo entró en vigor este lunes en Iowa, en el noreste de Estados Unidos, ampliando así la lista de estados que han restringido o prohibido este derecho.

Esta legislación es posible en el país porque hace poco más de dos años la Corte Suprema, reformada durante el mandato del presidente republicano Donald Trump, revocó la sentencia que garantizaba el derecho federal de las estadounidenses a abortar y dejó que cada estado legislara sobre la materia.

La normativa de Iowa prohíbe la mayoría de los abortos una vez que se ha detectado un latido del corazón, generalmente alrededor de las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas. Prevé excepciones en casos de violación, incesto, peligro para la vida de la madre y anomalías en el desarrollo del feto.

"Esta mañana, más de 1,5 millones de mujeres de Iowa se despertaron con menos derechos que anoche, debido a una nueva prohibición trumpista del aborto", escribió el lunes Kamala Harris, probable candidata demócrata en las elecciones presidenciales de noviembre, que disputará contra Donald Trump. 

La vicepresidenta recorrió durante meses numerosos estados para defender el derecho al aborto, convertido en uno de los temas centrales de la carrera por la Casa Blanca. 

En marzo visitó una clínica de la poderosa organización de planificación familiar Planned Parenthood, según la prensa estadounidense. 

"En noviembre, bloquearemos en las urnas las prohibiciones extremas del aborto de Trump", añadió el lunes.

Iowa se convierte en el estado número 18 en aplicar restricciones muy drásticas al aborto o después de las seis semanas de embarazo, según el Centro de Derechos Reproductivos.

Otros estados también han adoptado límites de gestación, por ejemplo 12 o 15 semanas.

Hasta ahora, los abortos eran posibles hasta las 20 semanas aproximadamente en Iowa, un estado que votó mayoritariamente por Trump en las elecciones de 2020. 

"Las pacientes se verán obligadas a viajar cientos de kilómetros, si se lo pueden permitir", para ir a estados donde el aborto todavía está autorizado, lamentó Nancy Northup, presidenta del Centro de Derechos Reproductivos. 

Las redes de activistas o los servicios de telemedicina también ofrecen el envío de pastillas abortivas a todo el país, particularmente a través de médicos situados en estados gobernados por demócratas que los protegen de ser procesados. 

Estas pastillas cuentan con la aprobación de la Agencia de Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para su administración hasta las 10 semanas de embarazo. 


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