Miles de miembros de la yakuza japonesa se separaron de la organización mafiosa y formaron otro grupo, generando temores de que se desate una guerra entre pandillas, informaron este domingo medios locales.

Según los datos de la policía, el principal clan mafioso expulsó a 13 líderes de facciones.

Estos cabecillas sostuvieron una reunión el sábado en la ciudad de Kobe para organizar al grupo y aglutinar a las diferentes facciones para la nueva organización.

Una de las facciones expulsadas es conocida como Yamaken-gumi, un grupo que tiene 2.000 miembros y que alzó como líder de la escisión, informó el diario Yomiuri Shimbun.

El periódico estima que el nuevo grupo tendrá cerca de 3.000 miembros, frente a la los 23.000 que componen a la matriz de la yakuza, el grupo Yamaguchi-gumi.

Al igual que sus primos italianos de la mafia o chinos de las tríadas, los yakuzas viven sobre todo del juego, droga y prostitución, pero también se han introducido con el paso de los años en numerosos sectores de la actividad (obras públicas, reciclado, contratación de personal, etc.) en los que perturban las reglas y extorsionan a empresas.

Ante el miedo de que se desate la violencia entre las diferentes bandas, la policía japonesa sostuvo esta semana una reunión de emergencia en la que participaron agentes de las 47 prefecturas que tiene el país.