La Policía brasileña logró desactivar durante la madrugada de este jueves todos los explosivos que portaba el hombre que murió al atentar contra la sede de la Corte Suprema, en Brasilia, donde continúan los trabajos de pericia.

Un robot identificó "un cinturón" con explosivos amarrado al cuerpo del agresor y, acto seguido, un agente especializado se acercó para retirarlo y desactivar los artefactos, que estaban conectados a un "temporizador", explicó a CNN Brasil el mayor de la Policía Militar de Brasilia, Raphael Broocke.

Las autoridades procederán ahora a la inspección del cadáver del sospechoso en busca de pruebas que puedan dar pistas sobre las motivaciones del suceso.

Al mismo tiempo fiscalizan todo el área de la Plaza de los Tres Poderes, donde se ubican las sedes de la Presidencia, el Parlamento y el Supremo, en busca de más explosivos.

"Tenemos que estar seguros de que no hay más explosivos", manifestó Broocke.

La explosión frente al Supremo, que no causó más víctimas, estuvo precedida de otra detonación de artefactos colocados en el interior de un automóvil aparcado en la calle, al lado de un edificio anexo a la Cámara de los Diputados.

El dueño del automóvil fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, conocido como Tiu França, un militante del Partido Liberal (PL), formación del expresidente Jair Bolsonaro, líder de la extrema derecha.

Las autoridades sospechan que Wanderley Luiz es la misma persona que atentó contra la máxima instancia judicial del país y que perdió la vida en su intento.

La Policía también examina un inmueble alquilado por el presunto atacante, situado en Ceilândia, en la periferia del Distrito Federal de Brasilia, donde también han encontrado "artefactos explosivos" parecidos a los encontrados en la Plaza de los Tres Poderes.

El ataque se produjo en vísperas de la celebración de la cumbre de presidentes y jefes de Gobierno de los países del G20, que se celebrará en la ciudad de Río de Janeiro los días 18 y 19.

El Supremo y la Cámara de Diputados han suspendido sus actividades previstas para la mañana de este jueves, aunque el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, mantiene su agenda de hoy en el Palacio de Planalto, sede de la Presidencia.

La Plaza de los Tres Poderes fue el escenario del ataque de miles de extremistas que el 8 de enero de 2023 trataron de incitar un golpe de Estado contra Lula, con la intención de devolver al poder a Bolsonaro.

Policía brasileña asocia frustrado atentado en la Corte Suprema con "extremistas activos"




El director general de la Policía Federal de Brasil, Andrei Rodrigues, asoció este jueves el ataque con explosivos frente a la sede de la Corte Suprema, en Brasilia, que terminó con el suicidio del agresor, a "grupos extremistas activos".

Rodrigues dijo en una rueda de prensa que trabajan con la hipótesis de que se trate de una acción "terrorista" que buscaba al parecer atentar contra los jueces del Supremo con el objetivo final de "abolir de forma violenta el Estado democrático de Derecho".

Aseguró que fue un ataque "premeditado" y posiblemente "planeado" desde hace meses.

"No es un hecho aislado y puede estar conectado con otras investigaciones en curso", entre ellas con la invasión a las sedes de los tres poderes, incluida la del Supremo, ocurrida el 8 de enero de 2023, cuando miles de activistas ultra incitaron un golpe de Estado contra el actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva.

El agresor fue identificado como Francisco Wanderley Luiz, conocido como Tiu França, un militante y antiguo candidato a concejal del Partido Liberal (PL), formación que lidera el exmandatario Jair Bolsonaro, que hoy lamentó y repudió lo sucedido.

Tenía 59 años, era cerrajero de profesión, natural del estado de Santa Catarina (sur) y estaba en Brasilia desde hacía "tres o cuatro meses".

Los hechos ocurrieron la noche del miércoles, cuando el hombre intentó acceder al Supremo y, al no conseguirlo, decidió lanzar artefactos explosivos frente a la sede de la máxima instancia judicial del país, hasta que en un momento determinado se quitó la vida.

El atacante llevaba un cinturón con más explosivos, los cuales solo fueron desactivados la pasada madrugada, y "un extintor cargado con gasolina que simulaba un lanzallamas".

Previamente, cerca de ese punto, activó de forma remota un conjunto de fuegos artificiales que dejó en un vehículo situado en el aparcamiento de un edificio anexo a la Cámara de Diputados.

En ese lugar, las autoridades también hallaron un tráiler con material explosivo en su interior y una caja enterrada aún por analizar.

Igualmente, encontraron más bombas caseras en el inmueble que había alquilado en Ceilândia, en la periferia del Distrito Federal de Brasilia.

Al menos una de ellas estaba escondida en un cajón y explotó cuando un robot de la Policía inspeccionaba la vivienda, sin que resultara herido ningún agente.

Según Rodrigues, en las paredes y espejos de esa vivienda había mensajes escritos que hacen alusión al episodio del 8 de enero de 2023.

Wanderley Luiz estuvo esos días en la capital brasileña, aunque aún se desconoce si participó en los violentos actos de ese día.

"Esto no fue una cosa pensada de un día para otro. Hay artefactos con detonador, un lanzallamas, había toda una preparación que apunta a una vinculación con grupos extremistas" que difunden sus proclamas en redes sociales, apuntó Rodrigues. 

Custodian el lugar de una explosión en la Plaza de los Tres Poderes, en Brasilia/EFE