Una niña india de ocho años renunció a una herencia millonaria e ingresó esta semana en una estricta orden religiosa de la fe jainista.

Devanshi Sanghvi debía heredar el negocio de joyería Sanghvi and Sons, en Surat, conocida localmente como la "Ciudad del Diamante" por su importancia en el comercio mundial de piedras preciosas.

La familia anunció esta semana la vocación de Devanshi, que fue agasajada en una ceremonia de cuatro días hasta que este miércoles llegó en un carruaje tirado por un elefante, al templo donde cambió lujosa vestimenta por un sencillo atuendo de algodón blanco.

La niña, conocida entre los miembros de la comunidad jainista por su piedad, "nunca vio televisión, películas o ha ido a centros comerciales y restaurantes", indicó, un allegado a la familia.

Es una de las personas más jóvenes que han realizado la ceremonia "diksha" para abandonar sus posesiones materiales y entrar en el monacato jainista.

La empresa de su familia, fundada en 1981, tiene un patrimonio neto de unos 60 millones de dólares, según ICRA, una agencia india de calificación crediticia.

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