Una infernal ola de calor calificada por algunos expertos de excepcional achicharra el oeste de Estados Unidos, donde medios locales vinculan varias muertes a los récords registrados en los termómetros y más de 130 millones de personas están en alerta roja. 

"Un peligroso calor permanece en el oeste por el resto de la semana", informó este martes el Servicio Nacional de Meteorología (NWS), cuyos despachos han estado a manos llenas registrando los máximos de los últimos días. 

La ola "se espera que se extienda hacia el este durante el fin de semana y principios de la próxima", completó la dependencia.

Una decena de localidades registraron los días más cálidos de su historia, entre ellas Las Vegas, que el domingo alcanzó los 48,9ºC. 

Las altas temperaturas, que en algunas regiones superaron los 50ºC, han contribuido a la muerte de varias personas en estados como California, Arizona y Oregón durante el fin de semana, de acuerdo con medios estadounidenses.

Cuatro hombres entre 33 y 84 fallecieron en Portland, en el norte del país, entre el viernes y el domingo bajo sospecha de estar relacionados con las altas temperaturas, según el diario The Oregonian. 

Un senderista de 50 años fue encontrado sin vida en el Gran Cañón, de acuerdo con el Servicio Nacional de Parques, una muerte que la prensa especula que pueda estar vinculada también en parte a las condiciones climáticas. 

En el Valle de la Muerte, en California, un motociclista falleció el fin de semana con el termómetro rozando los 53ºC, sin embargo la causa de la muerte no ha sido establecida. 

Además, varios incendios forestales arrasan la región, que se prepara para una temprana e intensa temporada de fuegos.

Mientras miles de bomberos han conseguido controlar extensas llamas en California hasta la fecha, tres incendios pusieron a una comunidad próxima a Tucson bajo órdenes de evacuación.

En el sur de Texas, las alertas están encendidas luego de que el huracán Beryl dejara a más de 2 millones de personas sin servicio eléctrico, justo en momentos en que las temperaturas están por encima de los 35ºC y la región se encuentra bajo alerta roja. 

La falta de electricidad "puede llegar a ser muy peligrosa para la salud humana cuando se producen en entornos de calor extremo (sobre todo de calor húmedo) en los que las personas y los edificios dependen del aire acondicionado para su refrigeración", subrayó este martes el especialista en clima, Daniel Swain.

Los eventos climáticos extremos se han vuelto cada vez más comunes gracias al calentamiento global, según los científicos, en gran parte por la quema indiscriminada de combustibles fósiles.


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