El magnate y fundador de Microsoft, Bill Gates, ha sido uno de los primeros referentes mundiales de la tecnología en poner un alto al ChatGPT, el programa de inteligencia artificial (IA) perteneciente a la empresa Open AI. La herramienta ha obtenido millones de elogios por la facilidad para crear textos funcionales de manera rápida. Para Gates, junto a los aspectos positivos, existen riesgos que deben ser contemplados.
Los cuestionamientos del multimillonario sorprenden puesto que él mismo forma parte del grupo inversor que apoya a Open IA, la empresa creadora del ChatGPT.
La empresa de software liderada por Greg Brokman ha invertido u$s 10.000 millones en Open AI. La compañía pretende sumar su tecnología de inteligencia artificial al buscador de Microsoft, Bing, para competir contra Google, informa infotechecnology, un portal argentino especializado en el tema.
En una entrevista con la revista Forbes, Gates confesó que le parecen "muy interesantes" los avances en este campo de la ciencia. Subrayó que Open AI hizo "algunas cosas realmente innovadoras con el aprendizaje". Según él mismo señala, esta fue la razón principal para invertir su dinero allí.
En la balanza, Gates destaca factores positivos de ChatGPT. Resulta "bastante fantástico" que exista "un tutor de matemáticas que esté disponible para los estudiantes del centro de la ciudad, o el asesoramiento médico esté disponible para personas en África que durante su vida, por lo general, nunca vería a un médico".
Sin embargo, es consciente que también conlleva una parte negativa que debe ser revisada. La problemática principal está relacionada con el sector laboral y con el uso que se le podría dar a esta tecnología que está a la vanguardia y que busca cambiar todo paradigma socio-tecnológico.
El control sobre la inteligencia artificial está entre los problemas por resolver. "¿Qué pasa si los humanos que lo controlan lo toman en la dirección equivocada? Si los humanos pierden el control, ¿qué significa eso?", se preguntó Gates.
Alienta los "debates válidos" sobre estas cuestiones y compara la aparición del CHatGPT con la invención del internet.
No obstante, Gates aclara los esfuerzos que realiza Open AI por la seguridad referida al uso y el control que la humanidad tendrá sobre esta tecnología.
Para ampliar el debate, el propio creador de remarca la incidencia que tendrá en el mundo laboral, donde diversos sectores se resentirán con la adaptación de la IA. Los trabajos del futuro deberán amoldarse a esta nueva realidad.
Los primeros empleos que van a ser realizados completamente por robots y máquinas son los físicos, manuales y repetitivos, aclaró el cofundador de Microsoft. En tanto, aseguró que la robotización de las fábricas ocurrirá entre los próximos cinco a diez años.
La fluidez de la IA le permitirá adquirir capacidades para ejercer trabajos que requieren más el uso del pensamiento, y podrán crear desde panfletos hasta artículos de revistas. No descarta la potencialidad que posee para elaborar producciones literarias de todo tipo, luego de recibir las instrucciones necesarias para hacerlo.
"La capacidad de ayudarlo a escribir y ayudarlo a leer está sucediendo ahora, y simplemente mejorará. Y no están llegando a un límite, ni tampoco sus competidores", señaló Gates.