En su discurso de despedida, el presidente de EEUU, Donald Trump, efectuó un llamamiento a "rezar" por el éxito de la nueva administración, y ha resumido los que considera sus principales logros en el cargo, entre los que ha destacado los esfuerzos por normalizar las relaciones en Oriente Medio o por unir a las naciones del mundo "para enfrentar a China como nunca antes".

"Esta semana inauguramos una nueva Administración y oramos por su éxito en mantener a EEUU seguro y próspero", declaró Trump, que no llamó por su nombre a su sucesor demócrata, según los extractos publicados por la Casa Blanca.

Al mismo tiempo, el presidente saliente advirtió que, mientras se prepara para traspasar el poder a la nueva Administración, "el movimiento que comenzamos apenas está empezando".

El mandatario también se refirió el asalto al Capitolio que parte de sus partidarios protagonizaron el pasado 6 de enero, y declaró que "todos los estadounidenses estaban horrorizados" por lo ocurrido. En este sentido, enfatizó que "la violencia política es un ataque a todo lo que apreciamos como estadounidenses" y "nunca podrá ser tolerado".

Sobre su mandato, Trump subrayó que asumió las peleas "más duras" y las decisiones "más difíciles", porque para eso lo habían elegido.

"Revitalizamos nuestras alianzas y unimos a las naciones del mundo para enfrentar a China como nunca antes", se jactó el presidente saliente.

Por otro lado, señaló que, gracias a la "audaz diplomacia y al realismo basado en principios" de su Administración, se lograron "una serie de acuerdos de paz históricos en Oriente Medio". "Es el amanecer de un nuevo Oriente Medio y estamos trayendo a nuestros soldados a casa", recalcó Trump.

En particular, el mandatario se mostró especialmente orgulloso de ser "el primer presidente en décadas que no ha iniciado nuevas guerras".

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