Es saludable para la democracia y para el avance político de los pueblos que todos los poderes sean interpelados. Asistimos en Santa Cruz a una movilización que está llamando la atención de la institucionalidad del departamento con un mensaje claro: el respeto al Estado de derecho y a la voluntad soberana de los bolivianos. Es una campanada, una retroalimentación para mostrar que las demandas ciudadanas y el quehacer de estas organizaciones no están alineadas del todo. Eso abre una oportunidad para escuchar y reencaminar. No se trata de convocar un paro o dejar de hacerlo, se trata de escuchar las voces, analizar y planificar el futuro con el concurso de todos los actores. Ya no es tiempo de decidir entre pocos lo que le conviene a la mayoría, sino de permitir la participación y de asimilar las críticas para construir algo mejor.
 
La revista Time ha nombrado personaje del año a todas las mujeres que se atrevieron a denunciar acoso sexual por parte de los poderosos. Es el reconocimiento a una cruzada fundamental que no es solamente del género femenino, sino de toda la sociedad, la que circuló en todas las redes como #Yotambién. Visibilizar esto es dar inicio a un cambio de conciencia, para que el mundo sepa que nadie es dueño de nadie, que no se puede ejercer poder sometiendo a otra persona. En Bolivia también hay acoso en todos los ámbitos y es tiempo de cambiar esa realidad denunciando y aprendiendo a respetar a los demás.
 
La feria de Alasita ha sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco. Es una buena noticia que permite revalorar una tradición que data de 1781.