Sostenido en los pilares fundamentales de su independencia y credibilidad sobre los que fueron edificados su liderazgo y referencialidad en la región y en el país, EL DEBER ha empezado a transitar, este mes de febrero de 2024, los 71 años de su fundación. Lo hace a paso sereno y firme. Con el espíritu renovado y fiel a sus valores y principios consagrados a la búsqueda permanente de la verdad y al servicio de la comunidad. En esta casa periodística hay plena conciencia de la responsabilidad que implica haber marcado época, -un antes y un después-, en el periodismo de Santa Cruz y del país. Un periodismo con una renovada apuesta por los contenidos de calidad que demandan públicos y audiencias cada vez más exigentes.

EL DEBER nació y creció inspirado en el legado de su fundador Dr. Lucas Saucedo Sevilla (1892-1968), figura señera de la cruceñidad, y de quien el 11 de febrero de 1965 tomó la posta, el Dr. Pedro Rivero Mercado (1931-2016), artífice principal de la transformación extraordinaria de un modesto periódico elaborado artesanalmente a un moderno y sólido grupo multimedia capaz de adaptarse a los acelerados cambios tecnológicos experimentados globalmente en el ámbito de las comunicaciones.

El Grupo EL DEBER es poseedor de una historia límpida y transparente de la que es necesario un breve y puntual recordatorio de hitos y hechos más relevantes. Comenzó a circular como interdiario por las calles empolvadas de la entonces olvidada aldea de las llanuras grigotanas. Fue cuando Santa Cruz empezaba a sacudirse de su letargo y, por eso, desde sus primeros años, EL DEBER acompañó el quehacer cívico regional, haciendo suya la causa para conseguir que el Estado centralista pagara las regalías petroleras del 11% estipuladas en la Ley Busch del 15 de julio de 1933 y adeudadas desde entonces. La identificación de EL DEBER con esas justas causas y demandas regionales lo hicieron blanco de la intolerancia y del abuso del régimen de la época, al que fue atribuido un atentado contra sus instalaciones y equipos que el 22 de noviembre de 1959 forzaron el cese de la circulación del periódico y el exilio del Dr. Saucedo Sevilla a Salta, Argentina.

En una ‘segunda época’ que arrancó el 11 de febrero de 1965 bajo la dirección del Dr. Rivero Mercado, EL DEBER tuvo otra suerte de privilegio al acompañar el gradual pero imparable proceso transformador de la región y el avance a la modernidad de la capital cruceña. Fue con la largamente esperada dotación de los servicios públicos básicos como agua potable, energía eléctrica, alcantarillado sanitario, telefonía, pavimento y otros que cruceños visionarios y emprendedores lograron a pulso organizados en cooperativas, comités, corporaciones y otras entidades.

La necesidad de reinventarse es, actualmente, uno de los retos principales que el Grupo EL DEBER encara desde el advenimiento de los tiempos marcados por la disrupción tecnológica y la crisis de los medios impresos que determinó la caída acelerada de la publicidad y la circulación. En los últimos años, el costoso y complejo proceso de transformación al sistema digital para atraer y capturar nuevas audiencias, coincidió con el embate devastador de la pandemia del Covid-19. Por cierto que los coletazos de la crisis paralizante sobre la economía global se dejaron sentir y sus efectos todavía no han sido superados del todo.

No obstante, la familia Rivero Jordán sigue desplegando los mayores esfuerzos y sacrificios para encarar y vencer los desafíos de la que es posible considerar como una ‘tercera etapa’ de EL DEBER. Lo hace con renovado optimismo apoyado en la fortaleza de una marca. En la fidelidad y el respaldo de su comunidad. Con fe y esperanza. Sin renunciar a su esencia ni a sus principios que constituyen el legado imperecedero de don Pedro Rivero Mercado, mentor y maestro inolvidable y de doña Rosa Jordán, su fiel compañera y engranaje fundamental de un emprendimiento encarado desde sus inicios con templanza, tenacidad y perseverancia permanentes para servir incondicionalmente a un pueblo que no puede vivir sin la luz de la verdad.