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Liderazgo impecable
5 de agosto de 2024, 4:07 AM
La carismática María Corina Machado ha comenzado a cambiar la historia política de Venezuela no solo por los resultados ya obtenidos en las elecciones generales del pasado domingo sino también por la consolidación de su liderazgo. La oposición necesitaba contar con un liderazgo monolito, capaz de movilizar, aglutinar, y conectar con la población. Ella se puso al frente del régimen y ha señalado el camino para ir desde donde estaban a donde nunca han estado y, a veces, a donde apenas imaginaban que podían llegar.
La heroína Machado se ha impuesto la titánica tarea (asumiendo todos los riesgos que ello supone) de llegar a la presidencia de Venezuela. Ha sabido cultivar una imagen de opositora que no transa sus principios ni se deja amenazar, menos comprar con la dictadura chavista. Tiene vocación de poder, sabe comunicar sus ideales y objetivos, mitigar las dudas y movilizar a las bases. Ha conseguido despertar en el pueblo venezolano el deseo de caminar y cambiar a su lado, como pocos líderes de la oposición. Este tipo de liderazgo es aún más esencial durante procesos en transición, cuando los valores y las instituciones pierden relevancia, y el plan esbozado para un futuro digno es objeto de disputa.
La singular forma en que Machado ha entendido su liderazgo constituye su principal recurso en estas circunstancias difíciles para los venezolanos. Su ascenso social y político solo se ha logrado y puede entenderse gracias a su fortaleza y determinación personal. Ha sabido enfrentar a la dictadura con firmeza y convicción. Está convencida de la necesidad de achicar el Estado, y la privatización de Petróleos de Venezuela (PDVSA). En lo social, se inclina a favor del matrimonio entre personas del mismo sexo, y se muestra flexible ante la despenalización del consumo de marihuana –con uso medicinal–, pero en contra del aborto, con la excepción de los casos de violación.
La prensa internacional reconoce que la popularidad de la exlegisladora, se disparó en el último año. Ganó con un 92% de los votos las primarias de la oposición en octubre de 2023, aunque en enero de este año fue inhabilitada por la Contraloría para ejercer cargos de elección popular. Pero este duro revés (que lo ha sabido capitalizar a su favor) no impidió que siguiera en ascenso su liderazgo, aunque haya cedido su capital político al exdiplomático Edmundo González Urrutia, quien ha competido con Nicolás Maduro en las urnas y se perfila como el victorioso en las urnas.
María Corina Machado, conocida como la dama de hierro, siempre sintió admiración y respeto por la extinta Margaret Thatcher (primera ministra británica de 1979-1990) debido a la defensa de sus valores contra todo lo que se le opuso. Pero quienes la conocen marcan diferencias políticas con cualquier otra figura: se trata de una mujer encantadora, decidida, dispuesta a asumir riesgos, inteligente y que sabe trabajar en equipo. Siempre ha buscado la libertad económica y que el Estado deje de estar en lugares donde no debería estar, y que la inversión fluya con reglas claras. Ha impuesto su sello personal y está dispuesta a aglutinar a la población, exigir y conseguir una transición pacífica.
Machado ha planteado un gran acuerdo político donde se respete el libre mercado, la propiedad privada, se terminen las expropiaciones, y comience una apertura de Venezuela a los mercados mundiales. Su defensa de la propiedad privada quedó sellada en 2012 cuando se enfrentó a Hugo Chávez en la Asamblea Nacional con la célebre expresión: “Expropiar es robar”. La líder opositora defiende abiertamente la privatización de las empresas productivas que sean “aconsejables” para potenciar inversiones privadas y el incremento sostenido de la producción. El Estado seguirá recibiendo recursos fiscales en forma de regalías y de impuestos, y asegurará las condiciones para que las empresas privadas incrementen la producción en el más corto plazo posible.
María Corina Machado, convertida en la chispa divina, pasará a la historia no solo como la gran protagonista de la unión y triunfo de la oposición y la transición política en Venezuela, sino también como la artífice de la derrota del chavismo y Nicolás Maduro, después de 25 años de imponer una dictadura criminal.