El 29 de julio de 2023 se filtró tal vez la operación antidroga más importante del país en la última década. Se iba a atrapar en un lujoso barrio de Santa Cruz de la Sierra al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset. No se pudo. El narco escapó minutos antes de que la Policía Boliviana ingrese a su domicilio. 

Marset había recibido la alerta de un policía –él mismo lo confirmó- de que iban por su captura. A casi un año de su huida, no hay rastros del narcotraficante y la justicia apartó al Ministerio de Gobierno de la investigación. Además, miembros de este clan fueron beneficiados por el sistema judicial. 

El ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, en entrevista con el Grupo El Deber, expresó su molestia con la justicia boliviana porque sacó al Ministerio de Gobierno del caso Marset y otros vinculados con narcotraficantes. La autoridad ya no dio más detalles de la búsqueda del capo uruguayo, que ahora es buscado en Paraguay, Uruguay y Colombia. 

“En este último tiempo, dentro del mismo caso (Marset), la justicia ha determinado de manera unilateral retirarnos del caso al Ministerio de Gobierno, que no quiere que seamos parte del caso Marset también. En el caso Nallar nos sacaron, tuvimos una acción de amparo y volvimos casi mediante la fuerza al proceso para evitar que lo liberen a este asesino de policías. Nos han retirado todos los casos porque no quieren que impugnemos, no quieren que objetemos, no quieren que revisemos algunos actuados desde la justicia boliviana”, afirmó Del Castillo.

Marset logró escapar junto a su esposa y sus tres hijos. Ese 29 de julio de 2023 la Policía Boliviana activó operativos en varias partes del país. El narco uruguayo se transformaba en la persona más buscada de Bolivia. Mientras Marset daba sus pasos de escape mandaba mensajes a través de redes sociales. Se filmaba y amenazaba con contar la verdad. Decía que la política boliviana iba a caer si hablaba lo que sabe.

Incluso se atrevió a amenazar al ministro Del Castillo, de quien dijo que en el lenguaje narco tiene el sobrenombre de “Sonia”, algo que la autoridad lo descartó. 

Marset, que el año pasado tenía 32 años, pisó tierra boliviana por primera vez en 2018 y, desde entonces, operaba desde la ciudad de Santa Cruz, con el envío de grandes cantidades de droga a Europa en coordinación con la mafia el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil, sus socios en Paraguay y también la organización criminal italiana Ndrangheta, según la investigación. 

Cinco años después, se convirtió en uno de los hombres más buscados por la DEA, la Interpol y la Europol, además de la justicia de cinco países.
Se refugió en Bolivia y sus operaciones ilegales relacionadas con el narcotráfico se intensificaron. En la actualidad, se encuentra prófugo y la Policía Boliviana dejó de realizar allanamientos y operativos de búsqueda para su captura, debido a que asegura que se fugó del país con la ayuda del PCC y sus aliados. 

El ‘empresario del crimen’


Marset fue catalogado como un “empresario del crimen”, tras los 10 años en el negocio del tráfico de drogas y porque lidera el Primer Comando Uruguayo (PCU). Además, se vincula con las organizaciones más peligrosas de Brasil, los carteles de México y la mafia italiana, tiene alianzas con gente influyente y así abarca toda Europa y otros continentes. Es considerado uno de los “grandes operadores” en el tráfico de drogas. 

En la investigación varios allegados de Marset fueron detenidos. La mayoría fueron beneficiados con medidas sustitutivas, como la detención domiciliaria. Uno de ellos es Erland Ivar García López, conocido como “El Colla”, y considerado mano derecha en Bolivia del narco uruguayo. En febrero de este año fue sometido a una nueva imputación por el delito de narcotráfico, pero antes la justicia ordenó beneficiarlo con medidas sustitutivas a la detención preventiva.

“Estamos molestos con la Justicia. Inicialmente, cuando estábamos persiguiendo a este narcotraficante (Marset), las órdenes de allanamiento (demoraban) 48 horas, 72 horas en salir. Cuando teníamos información precisa, no nos respondían. Decían: ‘es fin de semana’, ‘es lunes’, ‘va a salir para el martes’. De ahí, ese documento de los jueces tiene que llegar a la Fiscalía. Y cuando llega a la Fiscalía, vamos a hacer los operativos y ya no encontramos a nada ni a nadie”, reclamó el ministro Del Castillo. 

Otro caso es el de del abogado Roberto Arana, quien fue acusado de ser parte de la organización criminal de Marset. Fue aprehendido en agosto de 2023 y señalado por el Gobierno como uno de los hombres de confianza del narco uruguayo. El acusado reconoció haber mantenido una relación laboral con el prófugo, pero negó estar involucrado en su organización criminal.

Hoy, Arana se defiende en libertad tras una decisión judicial. Las tres medidas impuestas por el juez fueron arraigo, el pago de una fianza de Bs 300.000 y arresto domiciliario de 24 horas con escolta policial.

Recién, la justicia benefició a Néstor A. V. A., alias ‘Cody’, con detención domiciliaria, y así dejará la cárcel de Palmasola, donde estaba recluido por sus vínculos con Marset Cabrera.

En la audiencia de cesación a la detención preventiva, el juez de instrucción cautelar aceptó el pedido de Cody y le otorgó medidas sustitutivas, entre ellas el arresto domiciliario de 19:00 a 07:00 horas y el pago de una fianza.

Cody estaba sindicado de ser el tercer hombre al mando de la organización criminal que dirigía el narco uruguayo. Está imputado por el delito de legitimación de ganancias ilícitas y guardaba detención en Palmasola desde octubre de 2023.

Según los informes de inteligencia, Cody era uno de los amigos de confianza del prófugo uruguayo y el facilitador de la organización criminal, puesto que estampó su firma como propietario de los bienes inmuebles que compraba Marset en Santa Cruz, para blanquear su dinero proveniente del narcotráfico. 

Entrevista exclusiva
En noviembre de la pasada gestión, Marset concedió una entrevista a un medio uruguayo y en ese espacio reiteró sus aseveraciones que hizo en redes sociales mientras fugaba. Dijo que en su huida no se raptó a ningún policía, que la Policía se adueñó de 400.000 dólares y que la cúpula de la fuerza antidroga está involucrada en narcotráfico. 

“Que mire mi prontuario delictivo, es largo mi prontuario, pero de violador y feminicida no tengo nada, que él es un corrupto que usaba otro nombre para que no dijeran Del Castillo, pero en líneas generales está todo detallado lo que le quería decir”. “A partir de ese mensaje que mandé, él terminó todas sus conferencias que hacía y empezó a salir el otro, creo que es (Jhonny) Aguilera, lo sacaron para cuidarlo”, dijo Marset en el programa uruguayo. 

La carrera delictiva de Marset comenzó hace 14 años. La primera causa que lo vinculó con la delincuencia en Uruguay fue el 1 de febrero de 2012, cuando se le acusó del delito de receptación. Posteriormente, en septiembre de 2013, las autoridades del vecino país iniciaron una investigación en su contra por tenencia de estupefacientes. A tan solo unos meses de eso, en octubre del mismo año, se le imputaron tres delitos adicionales: tráfico ilícito de estupefacientes bajo la modalidad de organización y en calidad de coautor, tras la incautación de 173 kilos de marihuana.

Marset esquivó la búsqueda de las policías de la región. No se sabe dónde está. La Policía Boliviana dejó de seguirlo y ya no avanzó más en las investigaciones. El Ministerio de Gobierno aseguró que la organización criminal de Marset fue desmantelada. Hoy, no hay cercanos a Marset investigados y el caso está congelado. Del Castillo denunció que la justicia decidió dar libertad a los vinculados en este caso.

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