Se toparon con un cerco policial. Los legisladores del MAS intentaron ingresar al edificio de la Asamblea Legislativa Plurinacional con la intención de sesionar, pero no se había convocado a ninguna sesión. Los masistas mostraron división: unos quieren aceptar la renuncia de Evo Morales y acabar su gestión, pero otros -que son una mayoría- buscan la dimisión de la presidenta Jeanine Áñez con el argumento de que Adriana Salvatierra no oficializó su renuncia a la Cámara de Senadores.

Salvatierra y la diputada Susana Rivero, que también había renunciado, lideraron una reunión la mañana de ayer. Fue en el edificio del exbanco Minero, donde funciona la comisión de Economía Plural. Había unos 30 legisladores. La reunión fue tensa. Gritos y aplausos. Algunos salían, respiraban, llamaban por teléfono y volvían a ingresar. Sus allegados afuera no dejaban acercarse a la puerta ni a la ventana de la oficina.

La reunión duró más de tres horas. Tenían una conclusión: intentar sesionar para rechazar la renuncia de Evo Morales y así mostrar a Jeanine Áñez como una presidenta inconstitucional, pese a que existe una resolución del Tribunal Constitucional que establece la sucesión presidencial.

El senador Yerko Núñez consideró que el MAS busca “convulsionar” el país y mostrar ante la comunidad internacional que en Bolivia existe un golpe de Estado. “El MAS intentó boicotear (el martes) la sucesión constitucional, pero no lo logró. Ahora, buscan protagonismo con estrategias con el fin de convulsionar el país. Y lo peor es que lo hacen desde fuera del país. Lo hace el expresidente Evo Morales, que llama a la violencia desde México”, expresó Núñez.

El jefe de bancada del MAS en el Senado, Efraín Chambi, informó que buscan medidas en el marco constitucional para salir de la crisis política y pidió a sectores sociales bajar la tensión con la finalidad de pacificar el país.

“No podemos seguir perdiendo vidas humanas. Pido que mantengamos la cordura y podamos garantizar la paz y tranquilidad en el pueblo boliviano. Hay reacciones distintas en el país que son parte de usos y costumbres de cada región”, remarcó Chambi, que acotó que la Fiscalía debería investigar quiénes incitaron a la violencia.

El MAS intentó ingresar a la Asamblea Legislativa luego de su reunión. Buscaban instalar una sesión que no tenía convocatoria. Salvatierra fue impedida por la Policía de ingresar a la Asamblea. Un oficial dijo que ella había renunciado y que no podía entrar a la plaza Murillo. Ella dijo que no oficializó su dimisión al Senado.

“Somos parlamentarios, necesitamos ingresar a nuestra fuente laboral. Aquí no pasa por que se inicien acciones, aquí pasa por que los legisladores trabajen y se tome la normalidad del Estado”, aseguró Salvatierra.

El mensaje de Salvatierra

La dirigente del MAS recalcó que no renunció, a pesar de que el 10 de noviembre hizo pública su dimisión después de que Evo Morales y Álvaro García Linera renunciaran públicamente.

“Estamos iniciando una lucha por la recuperación de la democracia y contra el golpe de Estado, y eso, como nuestra bandera, debe ser la lucha que una a todo el pueblo boliviano”, afirmó Salvatierra en un comunicado.

La senadora no se refirió al pronunciamiento del secretario general de la OEA, Luis Almagro, quien denunció que “el golpe de Estado en Bolivia ocurrió el 20 de octubre cuando el señor Evo Morales intento quedarse en el poder en la primera vuelta”.

El MAS inició la jornada con división. El senador Omar Aguilar, que representa a Chuquisaca, pidió a sus correligionarios que no renuncien a sus curules y aceptar la renuncia de Evo Morales. “No entiendo por qué tanto empecinarse con el simple hecho de vamos a consolidar el golpe. Basta, el presidente ha renunciado y punto, el vicepresidente ha renunciado y punto. Listo, hemos perdido y hay que reconocer”, manifestó Aguilar, quien denunció que sectores quemaron su vivienda en Sucre.

Luego, Evo Morales lamentó que sus legisladores hayan sufrido ataques por parte de la Policía. “Hoy, legisladores del pueblo han sido brutalmente reprimidos e impedidos de ingresar a la Asamblea. El golpe racista y fascista se hunde en la ilegalidad”, escribió en su cuenta de Twitter.

Mientras, el diputado Wilson Santamaría, UD, pidió a sus colegas del MAS deponer acciones “violentas” y pidió trabajar en leyes importantes, como la de la elección de nuevos vocales del TSE. “No entiendo, piden garantías y llegaron hoy (ayer) a plaza Murillo sin ningún problema. Luego hubo incidentes porque algunos renunciaron. Era que el martes vengan a sesionar y no había problemas. Ellos están con la intención de convulsionar el país, pero la gente ya está cansada”, enfatizó Santamaría.