El Gobierno Municipal de Santa Ana procedió a la exhumación de los cuerpos de las víctimas del colapso del puente y los trasladó a sepulturas construidas en el cementerio general. Los familiares y pobladores pudieron darles el último adiós a los ocho miembros de una familia de chimanes que perecieron cuando el puente se desplomó.
La tragedia ocurrió el 5 de junio y luego del rescate de los cuerpos, estos fueron enterrados en el cementerio Covi, en fosas comunes, en hules y sin misa ni ceremonias. Las autoridades municipales explicaron que procedió a un entierro temporal hasta que los nichos sean construidos.
“Le pregunté al hermano mayor de los familiares que perdieron la vida en el colapso del puente: ¿Qué hacen en sus ritos cuando alguien de la comunidad muere? Me dijo: “rezamos, comemos y cantamos alabanza, al otro día lo enterramos y cantamos nuevamente”. Entendí que querían manifestar sus sentimientos tal como lo hacen en Turindi, comunidad Chimán. Reconozco que hoy los vi quebrados y sumidos en su dolor”, escribió el padre Sosa.
Ante el repudio de la población, el municipio explica que el entierro en pozos comunes fue de forma provisional. Ahora construye los nichos para que cada una de las víctimas tenga su lápida