Entre economistas se dice que si EEUU estornuda el mundo se resfría. Ayer, la Reserva Federal estadounidense (Fed) subió la tasa de interés luego de cuatro años (0,25-0,5%) y en Bolivia, los expertos vaticinan efectos en los créditos externos y las reservas internacionales; es decir, conseguir dinero en el exterior será más caro.

Ante el fuerte rebrote de la inflación, que empeorará por la invasión rusa a Ucrania, el banco central de EEUU subió la tasa de interés y anticipó que comenzará a desplegar una política más dura para combatir el alza de precios, inaugurando una nueva etapa.

Sobre los efectos de la medida en la economía boliviana, el analista Darío Monasterio explica que cuando se suben las tasas de interés en grandes economías, los capitalistas que invierten en bonos o acciones tienen mayores retornos con una subida de tasa de interés. 

Entonces, se hace menos atractivo invertir en países pequeños de Latinoamérica o el nuestro, lo que hace que se encarezca el endeudamiento o el ingreso de capitales. “Eso también tiene que ver con nuestras reservas internacionales netas y la Inversión Extranjera Directa se incentiva menos. Entonces, hay una presión sobre las reservas porque los capitales salen a donde hay mejores rendimientos y adicionalmente, oprime el tipo de cambio fijo.

Proyectaron siete ajustes

En criterio del economista Róger Banegas esto afectará a los mercados mundiales de bonos de renta fija por lo que el financiamiento externo será más caro. “La reserva federal ha decidido cambiar la tasa de interés para afrontar la inflación más agresiva en los últimos 40 años de EEUU y se proyectan cuatro subidas de tasas de interés para el 2022 y tres para el 2023 por parte de la Fed”, anticipó.

El investigador económico Germán Molina coincide con sus colegas al observar el encarecimiento del crédito externo. “Ya no sería atractivo para quienes manejan capitales extranjeros que vengan a Bolivia, sino que van a preferir ir a EEUU debido a que lograrían un mayor rendimiento en dólares porque hay libertad económica, libertad jurídica y movimiento de capital”, precisó y agrega que esto promoverá una salida de capitales a EEUU tanto desde Bolivia como de otros países de América Latina es por ello que interesa estar al tanto de este movimiento.

Sin embargo, desde Cebec-Cainco, el economista Pablo Mendieta es más cauto y señala que no prevé efectos porque ya se había anticipado esta subida desde hace meses. “La operación financiera del otro día ya la había incluido implícitamente”, dijo.

Punto de Vista

“Al país se le ha acabado la
buena suerte”

Mauricio Ríos García/Analista financiero


Por ahora no tiene mucho efecto. Bolivia está desacoplada de la coyuntura económica internacional porque sus problemas domésticos son mayores.


Cuando Bolivia tenía mayor capacidad productora de hidrocarburos, sufría una caída de los ingresos por exportación de gas si la FED subía tasas y provocaba una caída de los precios de las materias primas.
Ahora que Bolivia tiene una capacidad de producción petrolera cada vez menor, está forzada a importar una cantidad de combustibles cada vez mayor a precios internacionales, y además venderlos en el mercado interno a precios artificialmente bajos mediante subsidios.

Si hoy los precios de los commodities caen, significa menores ingresos para el Estado, pero también un alivio a los subsidios. Sin embargo, también significa que si las petroleras internacionales tenían pocos incentivos para invertir en Bolivia incluso con precios altos para fortalecer e incrementar la capacidad productiva a largo plazo, ahora tienen todavía menos con un incremento continuo de tasas de la Fed en el resto del año como se prevé.

De manera más concreta aún, lo que más le importa a Bolivia ahora mismo del contexto internacional es cómo va a afectar al nivel de las reservas del BCB, pues son muy bajas, ver si se traduce en mayor presión sobre el tipo de cambio.
Es increíble tener que decirlo, pero no es que la economía es tan sólida que no le afecta la coyuntura internacional adversa, sino todo lo contrario. La economía de Bolivia puede caer antes de que se observe un evento significativo en la economía global o los mercados.

Los problemas económicos de Bolivia están mucho más relacionados con su estructura y modelo económico. Al país se le ha acabado la buena suerte. Aquello sobre lo que el público tendrá que estar pendiente es el nivel de reservas del BCB, pues el ritmo de gasto público, que es lo que hoy explica más su caída, podría provocar problemas antes que la coyuntura internacional. Hoy las reservas están compuestas entre un 55% y un 60% de oro físico, pero a pesar de que su precio ha estado subiendo últimamente, la incidencia en el nivel de reservas es menor que la del ritmo de gasto público. La Fed está provocando menor demanda, pero aunque no lo hiciera, Bolivia no tiene qué ofrecer ni cómo aprovechar una mayor, y cada vez menos a medida que pasa el tiempo y no se implementan reformas estructurales. Ya ni siquiera los ajustes serían suficientes.

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