PAÍS
Refuerzan búsqueda de quinta víctima de asesinato en Pucamayu y realizan pesquisas en busca de los autores
Los familiares de la quinta víctima también se han unido a la búsqueda. Aún hay tres prófugos por este trágico hecho
Hace un mes en Corani Pampa, sus comunarios bloqueaban la vía que une Cochabamba con Santa Cruz y lanzaban duras amenazas. Pedían diésel, dólares y se sumaron a la medida de presión de los cocaleros del Chapare. En ese lugar, la pasada semana ocurrió quizá una de las historias más trágicas del país: en esa población, que pertenece al municipio de Colomi, mataron a cuatro personas con disparos y enterraron vivo a un quinto. Todo por un negocio de tráfico de armas de fuego.
Cristian Serna Cruz tendría 18 años de acuerdo a su cédula de identidad, figura como nacido en España el año 2006 y es una de las cinco víctimas del atroz crimen en Corani Pampa, en la comunidad de Pucamayu.
El cuerpo de Serna todavía está desaparecido. Según la investigación, es la persona que mantenía el negocio del tráfico de armas. Él contrató a Tadhashy Loroña para que lo lleve en su vehículo a esa localidad de Colomi, en el departamento de Cochabamba. Serna estaba a cargo del negocio para vender dos fusiles FAL a los comunarios de Corani Pampa.
En principio, se dijo que Serna era militar de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) dado de baja, pero se confirmó que solo tiene 18 años. Sin embargo, era la cabeza del negocio. Todavía se investiga qué grado de participación tenía Loroña, quien era el dueño del taxi que llevó a Serna a Corani Pampa. Serna había fallado a los comunarios en dos ocasiones en la entrega del armamento, incluso le dieron dinero adelantado.
“No se logró materializar la venta de armamento de guerra, porque este sujeto no lo poseía. Ese armamento iba a ser utilizado en las manifestaciones que fueron resueltas. Recordemos que en Corani Pampa se instaló un punto de bloqueo, el cual fue reforzado tras un desbloqueo hecho por la Policía”, explicó el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera.
Serna fue convocado por los comunarios la semana pasada por tercera vez y en esa ocasión lo hizo en compañía de Tadhashy en un vehículo color rojo. En la comunidad le exigieron la devolución del dinero, que no tenían, por lo tanto, fueron torturados.
El 12 de noviembre, Tadhashy contactó a su esposa Trinidad Muñoz, con un mensaje. Los secuestradores exigían una suma de 27.800 bolivianos para liberarlo. Trinidad, quien era civil, pero trabaja en un establecimiento militar, ingresa al lugar el 13 de noviembre con el dinero. Lo hizo acompañada de la hermana de Tadhashy, Lisa Loroña, y el suboficial de la FAB en retiro Juan Carlos Román. Este último era amigo de Trinidad.
“Tienes que traer los 27.000 (bolivianos), sino me van a colgar, ya estoy amarrado aquí. 27.000 trae de dónde sea mi amor. Por favor, no quieren soltarme, ellos quieren la plata”, se escucha en un primer audio que envió Tadhashy a su esposa Trinidad, quien le dice que llegando a Colomi lo iba a llamar.
En un segundo audio, Trinidad le dice a Tadhashy que les entregue su vehículo como parte del negocio. El chofer le responde que los comunarios no querían el motorizado y que solo aceptaban el dinero. En ese mensaje, Tadhashy ya estaba más asustado.
“Apúrate mamita, apúrate mi amor, por favor”, se escucha a Tadhashy llorando. De fondo una persona le dice “ya no hay tiempo”. Trinidad le había respondido que ya tenía el dinero y que estaba en Colomi.
Trinidad llegó a la zona junto a Lisa y al suboficial en retiro. A los tres también los retuvieron a pesar de que habían entregado el dinero que pedían los comunarios. Poco después fueron torturados y asesinados con tiros de arma de fuego en sus cabezas. A los cuatro los enterraron en una fosa común en el lugar.
La policía hizo un trabajo de investigación para hallar los cuerpos
Por este macabro hecho hay un solo detenido: Ernesto Almaraz Chura, quien confesó que disparó en la cabeza de las cuatro personas y que participó del entierro de Serna vivo. El asesino confeso relató que Tadhashy y Serna llegaron a la zona sin el dinero ni las armas, por lo que fueron atados. Lo mismo pasó con los tres que llegaron luego. Los exhibieron en una reunión comunal, donde se decidió matarlos porque supuestamente eran policías y militares.
“La gente ha controlado sus cédulas, del caballero (Juan Román) decía militar en su carné, las otras dos señoras (Liza Loroña y Trinidad Muñoz) decía militar y policía, de ahí la gente se ha enojado, decían que seguro han participado en Parotani. En la sede les hemos amarrado, yo he revisado si trajeron el dinero de 27.800 Bs, había el dinero, era en bolivianos (…) A todos les hemos amarrado manos atrás y las señoras manos adelante, sus caras les hemos tapado con trapo, después han decidido quemar a la gente, decían a qué vienen policías militares, porque Tadhashy dijo que ha participado como policía en Parotani ”, declaró Almaraz.
Sin embargo, la madre de Tadhashy negó que su hijo sea militar y aseguró que trabajaba como taxista con contratos largos. También aclaró que su hija Lisa se desempeñaba en una entidad militar como personal civil y que su yerna, la esposa de Tadhashy, era funcionaria pública. A Román no lo conocía.
“Mis hijos no estaban metidos en esos negocios, ¿cómo pues? Ellos eran sanos, trabajadores. Mi nuera igual no estaba metida en problemas. Su único pecado de Tadhashy fue confiar en esa persona (Serna) que lo contrató para ir a ese lugar. Creo que era como el cuarto contrato que hicieron”, relató la madre.
De acuerdo al testimonio de Almaraz, las dos mujeres suplicaron por sus vidas, señalando que tenían hijos, pero no fueron escuchadas por la turba. La madre de Tadhashy también descartó que su hijo fuera padre de familia.
“Uno por uno yo he sacado del auto, primero saqué a Tadhashy, le dí un disparo y se ha botado al suelo, luego el otro militar jubilado que llegó con las señoras le dí otro disparo, después a la señora pequeña le he disparo en su cabeza, luego a la otra señora que era más alta, también le he dado un disparo. En eso la gente ha llegado, hemos cavado un hueco grande, ahí les hemos metido a los cuatro en el hueco y luego les he quemado, después con tierra hemos tapado, el auto más arriba hemos quemado también”, declaró Almaraz.
Los cuerpos de las víctimas llegaron al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), donde se realizaron las autopsias correspondientes, remarcando que el fallecimiento fue por impacto de un disparo en la cabeza. También presentaban varias lesiones en el cuerpo.
“Con relación a Cristian, él se ha escapado más adentro, le hemos encontrado en unos plátanos, de ahí hemos llevado más adentro, hemos cavado y le hemos metido sano de rodillas, después hemos tapado con tierra. Quiero decir que la plata está agarrando la comunidad”, dijo Almaraz. Se presume que Serna tenía dos cédulas de identidad.
Dos de ellos son militares de la FAB. Uno ofreció armas en los bloqueos en Parotani, recibió dinero y no cumplió. Los pobladores los secuestraron, hicieron devolver la plata, pero al ver que había uniformados los mataron, hay cuatro detenidos