Dos expertos, uno de la UMSA y otro del Servicio Nacional de Hidrología y Meteorología (Senamhi), coincidieron en que la presencia del fenómeno de la Niña y el calentamiento global pueden generar episodios opuestos y radicales en el país: heladas por el ingreso de frentes fríos; e incendios y focos de calor por el incremento de las temperaturas máximas.

En general, esta época del año no se pinta más fría que otras gestiones. Pero, la Niña puede complicar el ingreso de frentes fríos. Mientras el calentamiento global aumenta las temperaturas mínimas y máximas. Ese cóctel podría generar episodios extremos y peligrosos.

Luis Alberto Blacutt, docente investigador del laboratorio de física de la atmósfera, de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), asegura que no será un invierno en el que el fenómeno de “la Niña aparentemente impacte demasiado. Las previsiones nos dicen que no tendremos lluvias en junio, julio y agosto, y ahí es difícil, sino imposible, que se registren inundaciones y ese tipo de fenómenos como ya pasó en La Paz y en otras regiones del país”.

Pero no hay que confiarse, puntualiza el experto de la UMSA, “porque se registrarán el paso de frentes fríos por el sur. La Niña tiene grados de afectación para bajar las temperaturas, pero se debe tomar en cuenta que estamos en un escenario de cambio climático y lo que percibimos que las temperaturas mínimas a las que llegamos son cada vez más altas. Llamémoslas ‘cálidas’ por efecto del calentamiento global”. Blacutt no descarta que “eventualmente con el paso de un frente frío, que exacerbe el clima y tengamos nevadas en el Altiplano, lo cual no sale de lo normal en este período”. Hasta ahí, nada extraordinario.

Los frentes fríos, explicó Blacutt, son “masas de aire muy homogéneas que están estacionadas en el polo sur. Por la dinámica de la atmósfera, el movimiento, las corrientes oceánicas inclusive, se desprenden del polo y empiezan su marcha ascendente hacia los lugares más cálidos, simplemente por un fenómeno térmico. Sigue el océano Atlántico, eventualmente el Pacífico. Para nosotros sube por Argentina y llega a Tarija, Santa Cruz, Chuquisaca. En esas áreas se presentan fenómenos de enfriamiento, con temperaturas muy bajas”.

Y ahí está el riesgo. “En el escenario de cambio climático que vivimos el riesgo está los extremos. Puede que todo el invierno no sea muy complicado, pero será suficiente un evento para causar estragos y somos un país muy vulnerable. Nos pasó con las lluvias en la ciudad de La Paz hace algunos meses. Barrios como Aranjuez, Alto Achumani Irpavi II fueron duramente golpeados. No fue un verano muy lluvioso, pero cuando cayeron eventos extremos, los sufrimos y eso dañó la infraestructura de las zonas afectadas”.

Por eso, los ciudadanos deben, para Blacutt, tener cuidado y tomar recaudos no ante todo el invierno, sino ante estos eventos puntuales.

Marcelo Peñaloza, pronosticador del Senamhi, considera que luego del paso del fenómeno del Niño, que trajo inundaciones al país, los siguientes meses: en mayo y junio “atravesemos por una etapa neutral, y en julio, agosto y septiembre se consolidará el efecto de la Niña”.

Prevé por su parte que, para los meses del invierno, “se registre un incremento en las temperaturas máximas, es decir, las más altas. Especialmente en la Chiquitanía y el Chaco boliviano, norte de La Paz, sur de Beni y parte de los Valles de Cochabamba, como en el altiplano paceño y orureño”.

El efecto de la Niña está caracterizado por la disminución de la temperatura, pero el pronosticador del Senamhi aseguró que no serán con niveles más bajos que los registrados en años anteriores. “No habrá precipitaciones, pero eso aumentará la posibilidad de que se registren focos de calor e incendios en el oriente, precisamente por el factor que explicaba de la temperatura máxima, la dirección del viento influye a su propagación”.

Blacutt acotó: “Tenemos las fórmulas precisas para que haya nevadas en el altiplano, y en el oriente boliviano dos escenarios, heladas e incendios”. Complementó que las temperaturas mínimas “se mantendrán en sus valores normales, y podrían presentarse precipitaciones sólidas, nieve en las alturas, en caso de ingreso de frentes fríos”.

El experto de la UMSA recalcó que el paso de un frente frío trae consigo una bajada en la temperatura, “donde la amplitud térmica. Es decir, la temperatura que suele tener una región cálida baja de forma muy drástica y abrupta. Mientras que el clima seco, sin precipitaciones, configura una receta perfecta para que se generen incendios con los chaqueos, y que el fuego se inicie y esparza rápidamente”. Explicó que el bosque chiquitano “es muy seco, hay un montón de madera que, con prenderle fuego, con viento o cualquier elemento saltan las chispas y se generen enormes incendios”.

El metereólogo de Senamhi aseguró que “las heladas son un riesgo latente, y de hecho ya se registraron en los valles tarijeños, hubo temperatura bajo cero en Valle Grande, Santa Cruz, en mayo. Ese ya fue un aviso de alerta”.

También ya hubo registros de temperaturas mínimas de 6 grados bajo cero en El Alto, En Oruro llegó a 4 grados bajo cero, “pero en Uyuni, Potosí se registraron temperaturas de hasta 12 grados bajo cero. Hasta el momento, no se ha roto récords”. Al igual que Blacutt, aseveró que como consecuencia del ingreso de un frente frío, podría generarse un descenso extremo de temperaturas, y eso desequilibrar el invierno que, en principio, se pinta tranquilo.

Fenómeno del Aphelion

Desde junio, Bolivia, como todo el hemisferio, está más lejos del sol, lo que se ha denominado como el fenómeno de Aphelion. Los expertos entrevistados advierten, que esto ocurre todos los años y que, por lo tanto, las alertas en redes sociales que lo presentan como un hecho inédito, son falsas.

Luis Alberto Blacutt advirtió que lo que ahora está circulando el nombre de Aphelion, es el momento en el que la tierra pasa por el punto más lejano de su distancia al sol. “Es un evento astronómico, sucede hace cientos si no son miles de años. No hay una gran novedad al respecto. La tierra no se mueve en un círculo alrededor del sol, sino en una elipse. Siempre ha sucedido y no hay mayor incidencia que la conocida”.

Se refiere a que “el 21 de junio, tendremos el solsticio de invierno, en el que el sol trazará la curva más baja. Sale por el este, se pone por el oeste. En su marcha, hay épocas que pasan sobre nuestras cabezas y otros en sesgo. Ese día, el sol tendrá la menor altura solar del año. Eso está unido a las tradiciones, a la idea de que tenemos los días más fríos. Meterológicamente, hay una inercia térmica respecto a eso. En ese ámbito, las dos primeras semanas de julio serán las más frías y es lo que ocurre astronómica y metereológicamente”.

Peñaloza, pronosticador del Senamhi, coincidió que la trayectoria del sol sobre la tierra no es una circunferencia perfecta. La posición más alejada del Sol recibe el nombre de afelio y la más cercana perihelio. “Estos elementos, como estar más cerca o más lejos, marcan la diferencia del invierno y verano en los hemisferios”.

Lea también

Santa Cruz

A pesar del incendio, oficinas de Otuquis siguen tomadas desde hace un mes; hay pugna por cargos

Indígenas de la Central Indígena Chiquitana de la Provincia Germán Busch piden la cabeza del director, además del puesto del jefe de protección y de media docena de guardaparques