El expresidente Evo Morales solicitó a las organizaciones sociales agrupadas en el Pacto de Unidad reconsiderar el bloqueo indefinido de caminos que llevan adelante desde hace 19 días en demanda de mejoras económicas y la liberación de varios dirigentes detenidos. Morales anunció que iniciará una huelga de hambre como medida de presión, exigiendo que el gobierno instale mesas de diálogo para abordar la situación económica y responder a los pedidos de los sectores movilizados.

Durante una declaración pública, Morales subrayó la complejidad de la situación y expresó su preocupación por el impacto de las protestas en la economía del país. “La situación se ha vuelto complicada, y con ello, se hace más difícil lograr una solución que satisfaga a todos”, afirmó. A su vez, remarcó que las demandas sociales, centradas en el incremento de los costos de medicamentos, combustibles y productos de la canasta básica, afectan a las familias bolivianas y requieren una respuesta del gobierno.

Recordó que el 3 de septiembre, en un ampliado nacional con la participación de 6,000 personas de distintos sectores, se decidió realizar una marcha pacífica hacia La Paz en lugar de bloqueos, en consideración a los aniversarios de Cochabamba y Santa Cruz. Sin embargo, Morales sostuvo que, ante la “indiferencia” del gobierno, la medida de presión se intensificó con bloqueos de caminos en varios puntos del país.

La movilización, según reconoció Morales, ha afectado a la economía nacional, generando un impacto en el campo y en la ciudad. Por ello, con el fin de “evitar más conflictos y daños económicos”, el líder pidió a sus seguidores un cuarto intermedio en el bloqueo, en espera de que el gobierno acceda a sus demandas.

“He decidido iniciar una huelga de hambre hasta que el gobierno acceda a establecer mesas de diálogo”, anunció Morales, quien además pidió la participación de organismos internacionales y países amigos como mediadores, a fin de lograr un diálogo “transparente y efectivo”. Para Morales, la prioridad en este momento es “evitar la violencia, proteger la economía nacional y atender las necesidades de los bolivianos”.

Finalmente, el expresidente instó a los movilizados a reconsiderar la situación y tomar el cuarto intermedio propuesto, manifestando que “nuestra prioridad debe ser construir puentes y buscar una salida pacífica para todos”.