Evo Morales no lograba tener un momento tranquilo. Lo abrazaban, le daban la mano, le hablaban. Un solo instante pudo sentarse y mirar el horizonte. Estaba en la ciudad de El Alto, región que lo defendió hace 13 meses y que se enfrentó a fuerzas militares. Señalaba y hablaba. Estaba feliz, pero a la vez preocupado. 

La Paz se convirtió en lugar difícil para consensuar las candidaturas a las elecciones subnacionales. Solo pidió responsabilidad para elegir buenos cuadros. Evo volvió ayer a su dominio, pero sin el poder que ostentaba hace un año.

La militancia del Movimiento Al Socialismo (MAS) madrugó en el aeropuerto de El Alto. No sabían la hora del arribo del expresidente, pero esperaban. Evo aterrizó a las 8:00 y fue muy difícil salir de la infraestructura. Subió a un vehículo y el avance fue lento. Muchos querían verlo y abrazarlo. Él no se dejó, por ese instante.

Muchos simpatizantes agredieron a la prensa. No dejaron realizar el trabajo periodístico e incluso había una lista de medios de comunicación que se podían acercar al exmandatario para intentar entrevistarlo.

Su grupo cercano pedía a la multitud ir al mercado Santa Rosa de El Alto. En ese lugar se armó un escenario y estaban esperando dirigentes de los sectores sociales afines al MAS y una multitud. Llegó al espacio y ahí la gente aprovechó. Le daban la mano, lo abrazaban. Evo Morales parecía ser el presidente de hace un año, pero sin escolta ni seguridad.

Las guirnaldas eran muchas en su cuello. Muchas se las sacó y entregaba a quien miraba primero. Con algunas personas se reencontró de mucho tiempo. Mientras subía al escenario seguía saludando. Habló un instante con Eva Copa, quien fue presidenta del Senado y ahora lidera la lista de precandidatos del MAS para la Alcaldía de El Alto. Luego saludó a todos los que estaban en la testera.

Ya en su lugar, intentó sentarse, pero una niña subió al escenario. La abrazó y la besó. La menor lloraba y le hablaba en el oído. Evo luego se sentó. Hablaron muchos dirigentes, todos alababan al exmandatario, todos recordaban cómo lo defendieron en los conflictos del año pasado.

Fue el turno de Morales. Agradeció el apoyo de La Paz y calificó a la región como la que más apoya al MAS y destacó la votación en las elecciones del 18 de octubre. Puso como ejemplo a El Alto y ahí ingresó a lo que vivió la pasada gestión.

Evo en El Alto

El exmandatario volvió a culpar a Luis Fernando Camacho de gestar un supuesto “golpe de Estado” contra su gobierno. “La derecha paceña trajo a (La Paz) a la derecha cruceña para el golpe de Estado, (por eso) llegó Camacho”, dijo.

Luego se enfocó en las elecciones subnacionales. No manejó el mismo discurso que empleó en otras regiones. En El Alto dejó en manos de las organizaciones sociales llegar a consensos para elegir a los candidatos a la Gobernación de La Paz y alcaldías del departamento. Se mostró preocupado por el tiempo que resta para elegir postulantes. Se puso como meta el 10 de diciembre.

Después, Morales pidió a los sectores sociales no cometer errores en la designación de candidatos. Puso como ejemplo un caso en la localidad de Guaqui, en La Paz, donde los dirigentes obstaculizaron la designación de una militante del MAS que al final se postuló por otra agrupación y ganó la votación en ese municipio.

“Hay otra responsabilidad, son las elecciones subnacionales. No tenemos mucho tiempo. Ayer estuvimos en Tarija coordinando. Es importante hacer una buena evaluación. La mejor forma de defender nuestro proceso de cambio es ganar todas las alcaldías y gobernaciones. Hermanos de El Alto, sé que hay muchos precandidatos, pero hay que consensuar. Me preocupa el tiempo, no hay mucho tiempo”, destacó Morales.

El acto terminó cuando el exmandatario dejó de hablar. Pidió unidad y llegar a consensos y no habló de ternas, como lo había hecho en Santa Cruz y Beni. Bajó las gradas en medio del tumulto y de inmediato subió al vehículo.

Copa agradeció la presencia de los sectores sociales y tomó en cuenta las palabras de Morales. La exlegisladora pidió -en el caso de El Alto- llegar a consensos para evitar fricciones internas. “Nuestro hermano Evo Morales tiene toda la razón. Lo más importante es el diálogo para llegar a consensos. Sabemos que en El Alto hay mucho por debatir porque se vio muchos precandidatos del MAS, entonces lo mejor es llegar a consensos y no ir a peleas”, dijo.

Morales se arropó del apoyo de El Alto y descendió a la ciudad de La Paz. Llegó después de medio día a la Casa Grande del Pueblo para almorzar con el presidente Luis Arce y el vicepresidente David Choquehuanca. Además participaron dirigentes del MAS y de organizaciones sociales.

El presidente Arce compartió fotografías del almuerzo y dijo en sus redes sociales que fue un momento de “confraternidad” y aseguró que la Casa Grande del Pueblo está abierta a la población.

Poco después salió Choquehuanca y fue caminando hasta la Vicepresidencia. Luego ingresaron al nuevo edificio el procurador Wilfredo Chávez, el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo; y el ministro de Justicia; Iván Lima. Las autoridades ingresaron a la infraestructura a paso veloz.

Por la tarde, Morales se reunió en la misma Casa Grande del Pueblo con diputados del MAS. Ese encuentro debía realizarse en instalaciones de la Asamblea Legislativa Plurinacional, según lo dijo el diputado Freddy Mamani.