La ausencia de dólares y la escasez de combustible se hacen más latentes en el país y generan al menos tres flancos de conflictos para el Gobierno del presidente Luis Arce en lo social y político.

En lo social, dos sectores anuncian un escenario de conflictos y movilizaciones para junio: los transportistas y los gremiales, en tanto que en el ámbito político, el evismo tomó la batuta de la oposición que en el Legislativo traba la aprobación de créditos internacionales.

Mientras el gobierno de Luis Arce compara este panorama con una intención de un “golpe blando o un acortamiento de mandato” contra su gestión, tres expertos ven que sí, existe la clara intención de minar el país con conflictos, desgastar la imagen de Arce, y hasta algunos tienen la intención de “acortar” su mandato, pero como una posibilidad muy remota porque este Gobierno está a puertas de concluir su estadía en el poder.

Causa y efecto

Después de más de un año de que en Bolivia se desató la crisis por la escasez de dólares, el jefe de Estado admitió el hecho, habló de “dificultades” pero no de una crisis y relacionó este problema económico a una intención política contra su Gobierno.

“Como varios países, tenemos ciertas dificultades en la disponibilidad del dólar, pero no estamos en una crisis económica estructural como pretende posicionar la oposición para generar crisis política y acortar nuestro mandato”, afirmó Arce en las últimas horas.

El otro flanco que pone en apuros al Ejecutivo es la insuficiente distribución de carburantes, problema que se arrastra también desde hace varios meses. Aunque la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) niega desabastecimiento, la dirigencia de Transporte Pesado en Santa Cruz afirmó que si hasta el viernes, el Gobierno no ofrece solución, el 3 de junio comenzarán los bloqueos de carreteras.

Vamos a tener que salir a las calles (…) la subvención y el tema del dólar nos afecta porque los importadores y exportadores ya no tienen el mismo movimiento de carga, han bajado casi el 50%”, dijo el secretario ejecutivo de la Federación Departamental de Transporte Pesado de Santa Cruz, Juan Yujra.

El otro sector que también anunció protestas desde junio es el de los gremiales y trabajadores por cuenta propia quienes tras su congreso nacional que se realizó en Santa Cruz, ratificaron una movilización constante si es que el Gobierno no soluciona la escasez del dólar y de combustibles, que son los dos primeros puntos que están en su pliego petitorio.

“Realizaremos una marcha de Patacamaya hasta la ciudad de La Paz, una marcha que iniciará el 10 de junio y concluirá entre el 17 o 18 de junio. Y si el Gobierno no hace caso al pliego petitorio iniciará el bloqueo de caminos de forma indefinida”, anunció en las últimas horas el secretario general de la Confederación Nacional de Gremialistas de Bolivia, René Flores.

El tercer flanco de conflictos contra Arce llega desde su propio partido, el MAS pero desde el bloque radical liderado por Evo Morales que hace nueve días ordenó a su bancada no aprobar créditos que solicite el Gobierno de Luis Arce. No obstante, aunque dos días después, Morales en conferencia pidió disculpas a sus bases y aseguró que no se podía cumplir esa instrucción, los créditos siguen congelados.

Y este mes de mayo concluirá sin que el Parlamento apruebe el uso de préstamos internacionales, ya que la agenda de la sesión convocada para este miércoles 29 no programó el tratamiento de ningún crédito.

Es más, el presidente de Diputados, Israel Huaytari adelantó que recién en junio, cuando a él le toque conducir la sesión, pedirá que se aprueben los préstamos internacionales.

Análisis

El analista Gregorio Lanza ve que esta situación no cambiará mientras Arce insista en mantener el modelo económico que heredó de la era de Evo Morales que se sostuvo con la venta de gas, negocio que se sostenía en dólares. 

“Este modelo hace aguas, tiene grandes limitaciones por su origen rentista, Arce sigue cometiendo errores, hace amagues de hacer concesiones como con los empresarios pero no llega a concretar los acuerdos y esto es muy grave porque le quita credibilidad a Arce. Y esto es factor de crisis”, afirmó Lanza a EL DEBER.

Ahora que el escenario cambió y que Bolivia ya no se sostiene con ese modelo, hasta el propio Morales, aprovecha este escenario. “En el país tenemos un caso extremo porque el conflicto es guiado por Evo Morales que es el causante de esta crisis”.

Para el analista Marcelo Arequipa, “hay un plan de dañar la imagen presidencial”, utilizando precisamente el tema económico, que forma parte de la esencia del actual jefe de Estado, exministro de Economía. Y quienes llevan adelante ese plan son todos los actores de la oposición.

“Hablamos de un arco de actores muy amplio, desde el evismo, sus seguidores y actores de oposición a los que se han unido políticos nuevos y antiguos. Veo un intento fuerte por acortar el mandado de Luis Arce como objetivo final, pero como principal es desgastar al máximo la figura del Presidente”, dijo Arequipa a EL DEBER.

La analista Susana Bejarano dibuja una cadena de hechos que parten por reconocer que Bolivia no está generando la misma cantidad de recursos económicos que generaba en el pasado con la venta de gas.

“Eso quiere decir que el Estado no está generando la misma capacidad de dólares que era capaz de generar en el pasado, lo que está generando un arrastre con la subvención de hidrocarburos”, afirmó Bejarano a EL DEBER.

La analista identifica que la crisis que se vive actualmente y que se refleja en las demandas de varios sectores tiene raíces profundas que sí afectan al Gobierno pero no al punto de pensar en un acortamiento de mandato, más aún cuando la actual administración estatal está en su última fase de Gobierno.

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