Ante la desatinada difusión de imágenes crueles del feminicidio en Caranavi hecha en las últimas horas por algunos medios periodísticos y redes sociales digitales, la Asociación Nacional de Periodistas (ANPB), la Asociación de Periodistas de La Paz (APLP), el Círculo de Mujeres Periodistas de La Paz (CMPLP) y la Federación Sindical de Trabajadores de la Prensa de La Paz (FSTPLP), lamentan que las mismas no hubieran sido filtradas.
De acuerdo con el criterio de estas instancias, "esta acción dio lugar a la publicación irresponsable de un 'feminicidio en su totalidad', sin considerar las exigencias del periodismo profesional ni las normas de ética correspondientes, además de que contribuyó a la naturalización de hechos de violencia inadmisibles".
La ANPB, la APLP, el CMPLP y la FSTPLP recuerdan que el periodismo profesional ejercido con calidad filtra obligatoriamente todo registro que contenga imágenes o grabaciones de hechos de crueldad, que no sólo pueden afectar la sensibilidad de la población, sino también violar los derechos de las víctimas o de sus familiares.
La definición de periodismo profesional se refiere a la investigación del hecho informativo, lo contextualiza, informa en el marco del respeto de los derechos humanos y, en casos de hechos como el referido, orienta su trabajo hacia la prevención y da a conocer las causas de lo acontecido de modo integral a fin de promover dinámicas para que se haga justicia y se genere alternativas para frenar los círculos de violencia.
En casos de feminicidio, un abordaje de la noticia incorrecto explota el morbo, viola las normas éticas y afecta a la familia de las víctimas; a la vez que, cuando difunde videos que naturalizan el consumo de la violencia mediática, daña la sensibilidad de la población y hasta puede alentar nuevos ataques.
La Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una Vida Libre de Violencia, Ley 348, establece claramente que la violencia mediática se manifiesta a través de la difusión de mensajes e imágenes que promuevan la violencia contra las mujeres. Este tipo de violencia deshumaniza a las víctimas, así como perpetúa los ciclos de discriminación y violencia contra las mujeres y contra la sociedad.
Al trivializar los actos violentos, el sensacionalismo contribuye a naturalizar la violencia contra las mujeres, desdibujando su gravedad y urgencia.
Debe tomarse nota de que, de acuerdo con el observatorio de violencia de la Coordinadora de la Mujer, en 2023 ocurrieron 81 feminicidios en el país y hubo 51.770 denuncias por violencia en el marco de la Ley 348; esto, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, representa la tercera cifra más alta en América Latina. Y debe considerarse que, en lo que va del año y hasta el presente mes de octubre, han sido asesinadas en Bolivia 73 mujeres.
Con esos antecedentes, la ANPB, la APLP, el CMPLP y la FSTPLP demandan de los medios noticiosos y colegas periodistas un tratamiento noticioso profesional siempre ajustado a la protección y promoción de los derechos humanos como a las normas éticas del trabajo periodístico. Este llamado también se dirige a cada persona para que tenga la conciencia ciudadana suficiente cuando genera o reproduce mensajes en sus redes sociales digitales.
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