“Nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y no permitiremos que inunden nuestro país con cocaína”, dice el fiscal que investiga a Dávila
Las autoridades de EEUU elevan el tono y advierte. Desde la DEA anticipan que la extradición de Dávila es una advertencia: "Ningún funcionario corrupto es intocable". El exjefe antidriga de Evo llegó este viernes a EEUU donde será juzgado.
Mauricio Quiroz Terán
13 de diciembre de 2024, 18:09 PM
Fiscal Williams que acusa a Dávila.
El fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, Damian Williams, dio por cumplida la extradición de Maximiliano Dávila Pérez, alias 'Macho', por delitos de narcotráfico y anticipó que su despacho tiene “una memoria larga” para castigar este tipo de delitos.
“Este caso es un ejemplo más de nuestra colaboración con la División de Operaciones Especiales de la DEA para erradicar la corrupción impulsada por la cocaína en el mundo. Nuestro alcance es global, nuestra memoria es larga y no permitiremos que sigan inundando nuestro país con cocaína sin castigo”, aseguró la autoridad en una declaración pública.
Dávila, quien anteriormente fue el último director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) de la gestión de Evo Morales, enfrentará cargos federales en EEUU por conspirar para importar cocaína y por el uso de ametralladoras en apoyo a esas actividades.
Dávila, de 60 años, llegó este 13 de diciembre a Nueva York y comparecerá ante la Honorable Jueza Robyn F. Tarnofsky. El caso ha sido asignado a la Jueza Denise L. Cote, del Tribunal de Distrito de los Estados Unidos. Según las autoridades, su conducta representa una traición a los principios que debía defender como jefe de la agencia antinarcóticos boliviana.
“Como se alega, Maximiliano Dávila Pérez abusó de su posición como jefe de la agencia de aplicación de la ley antinarcóticos de Bolivia para ayudar a los mismos narcotraficantes que debía investigar”, remarcó el fiscal.
Por su parte, Anne Milgram, administradora de la DEA, expresó: “Maximiliano Dávila Pérez debía luchar contra el narcotráfico, pero en lugar de eso lo alimentó. Convertir a una fuerza antinarcóticos en una máquina de tráfico de cocaína es una traición inaceptable. Que esta extradición sirva de advertencia: ningún funcionario corrupto es intocable, y la DEA no descansará hasta llevar a los criminales ante la justicia, sin importar dónde se escondan".
Según las acusaciones, Dávila utilizó su cargo para facilitar actividades de narcotráfico a gran escala, desviando recursos oficiales para proteger y transportar cargamentos de cocaína. En julio de 2019, fue grabado mientras planeaba enviar más de una tonelada de cocaína a Estados Unidos desde Bolivia, utilizando aeródromos bajo su control y garantizando la seguridad de los cargamentos con oficiales armados de la FELCN.
A pesar de haber sido destituido en noviembre de 2019, Dávila continuó conspirando para importar toneladas de cocaína a los Estados Unidos, proporcionando protección armada para los envíos y organizando operaciones con co-conspiradores. Entre noviembre de 2019 y febrero de 2020, coordinó envíos de cocaína que incluían la entrega exitosa de una muestra de 10 kilogramos en Lima, Perú, en anticipación de cargamentos más grandes dirigidos a Nueva York.
Dávila enfrenta cargos que incluyen conspirar para importar cocaína y usar armas de fuego en actividades delictivas, lo que podría conllevar una pena mínima obligatoria de 10 años de prisión.
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Dávila enfrentará dos cargos en Nueva York: la importación de cocaína y el uso de ametralladoras en el contexto del narcotráfico. Ambos tienen sentencias que pueden llegar a la cadena perpetua. La extradición fue solicitada por Secretario de Estado