Los panificadores de Cochabamba se encuentran, desde este miércoles, en un paro de 48 horas en la elaboración y comercialización del pan de batalla, porque aseguran que el Gobierno no está cumpliendo en su plenitud con la entrega de la harina subvencionada.

La medida de presión fue determinada en un ampliado departamental y su dirigencia señaló que hasta el 12 de noviembre “apenas se ha despachado un 24% de los 25 mil quintales” comprometidos.

Según su versión, ante la falta de la harina del Gobierno, algunos panificadores estaban elaborando el producto sólo con la harina argentina, que cuesta entre 290 a 300 bolivianos por quintal.

Sin embargo, el gerente de la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa), Franklin Flores, aseguró que se está cumpliendo con la entrega de la harina.

“Hemos escuchado en Cochabamba que aparentemente no se estaría entregando; señores, nosotros (…) entregamos desde un molino alquilado por el Estado (…) en un promedio de 1.500 a 1.600 de bolsas de 50 kilos de harina (…) y la demanda histórica de Cochabamba es de 1.200”, dijo Flores.

“Aquí están nuestras boletas de entrega, tenemos registrado uno por uno de quienes han recogido desde nuestros almacenes (…). Aquel panificador que diga que no se ha entregado, definitivamente está en una falsedad, (…) estamos entregando y lo demostramos con documento”, agregó.

Emapa vende cada bolsa de harina a 136 bolivianos para que los panificadores garanticen el precio del pan a 0,50.

Entretanto, de acuerdo con imágenes difundidas por distintos medios, hay filas en algunos sitios de Cochabamba para comprar pan en medio de algunos incidentes entre los mismos pobladores.

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