“¡Papa hermoso!”, exclamó la embajadora de Bolivia en el Vaticano, Teresa Subieta, al momento de saludar a Francisco y presentarle sus cartas credenciales como representante diplomática nacional en la Santa Sede.
Visiblemente emocionada, la exdelegada de la Defensoría del Pueblo se arrodilló ante el pontífice, que se encontraba en silla de ruedas. Le besó la mano derecha y le dijo: “El saludo de mi pueblo, Bolivia. Pueblo noble, que lo ama y lo quiere”.
El momento:
La embajadora también le regaló una estola tejida al papa, ayudándole a colocársela. Ambos intercambiaron criterios por algunos minutos, para luego tomarse la foto oficial, de acuerdo a un reporte del sitio web Rome Reports.
El 15 de marzo Subieta juró como representante nacional en el Vaticano. Ella fue dirigente universitaria, activista y miembro de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos en La Paz, donde fue acusada de promover una división para favorecer al MAS.