Más de un millar de camiones de alto tonelaje están parados en la frontera Bolivia-Chile, luego de que las autoridades del vecino país decidieran que todos los conductores pasaran el límite solo si su resultado de prueba PCR da negativo para coronavirus. Los choferes denunciaron que no existe ninguna gestión desde el lado boliviano para facilitar el paso de los camiones.
“Algunos compañeros (conductores bolivianos) han falsificado, fotocopiado, adulterado y escaneado las pruebas y cuando se dieron cuenta (en Chile), decidieron hacer la prueba a todos”, relató un conductor que logró comunicarse con EL DEBER.
Exhibir una prueba negativa es la condición para la circulación de vehículos de alto tonelaje entre los dos países, los conductores exhibían el documento y eran autorizados a pasar hasta que un conductor exhibió un certificado falsificado y cerraron toda la frontera. Los choferes no saben cómo pudo ocurrir esa transgresión, “no falta la viveza criolla”, graficó uno de ellos.
Desde el miércoles se empezó a acumular una gran cantidad de camiones en la ruta fronteriza Tambo Quemado-Chungará y los conductores deben realizarse la prueba PCR, esperar el resultado, y en función de eso pueden pasar o quedarse en la frontera.
Un conductor de una flota, que venía desde Chile hacia Bolivia, dijo que la fila de camiones era interminable. Desde el mismo límite fronterizo relató a EL DEBER que había solo una enfermera que tomaba las pruebas a todos los camioneros y que era imposible que pueda abastecer a la cantidad de conductores que llegan a cada momento al lugar.
Los camioneros admitieron que en Chile es imposible circular con ese tipo de documento y que fue “inconcebible” que uno de ellos hubiera procurado engañar a las autoridades policiales chilenas y más aun conociendo el trabajo y control que realizan.
Ahora los choferes también deben combatir el frente frío que azota al occidente del país, la frontera boliviano-chilena es uno de los lugares más inhóspitos que hay en esta parte del país, donde incluso la gente puede morir congelada por las bajas temperaturas que se registran.