Durante esta gestión el negocio aeronáutico boliviano estuvo marcado por un hecho central que generó efectos ‘colaterales’.

La aerolínea Amaszonas, que era la segunda más importante del país, el 8 de agosto fue informada por la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) sobre el retiro de las matrículas de cuatro de sus aviones. Desde entonces, la línea aérea dejó de volar.

El motivo de la ‘desmatriculación’ fue por una deuda de la empresa nacional a GY Aviation Lease 1816 Co.Ltd, empresa, con sede en Dublín (Irlanda), que le alquilaba los cuatro aviones.

Según el arrendatario la deuda era de $us 17 millones. En contrapartida Amaszonas aseguraba que la misma sumaba solo $us 10 millones.

Más allá del monto, GY Aviation Lease 1816 Co.Ltd solicitó a las autoridades nacionales la “cooperación” para la devolución de los aviones de forma inmediata.

El pedido no se hizo esperar. Edgar Montaño, ministro de Obras Públicas, precisó que se estaba actuando a partir de un pedido, por deudas, que el arrendatario que solicita al Estado boliviano -a través de la DGAC- que estos aviones sean puestos en tierra. La empresa apeló la medida, pero no pudo cambiar el rumbo. La empresa apeló la medida, pero no pudo cambiar el rumbo.

Es más, el 16 de noviembre recibió otra notificación de la DGAC en al que se le informaba que se le suspendía su certificado de operación y que tenía 60 días para evitar desaparecer del mercado.

Antes, el 28 de septiembre, en un comunicado oficial mediante redes sociales, Mauricio Souza, CEO de Nella Airlines Group, anunció la venta de la línea aérea Amaszonas al empresario brasileño Luiz Divino.

La salida de Amaszonas del mercado tuvo un impacto significativo en el mercado boliviano.

La empresa estatal Boliviana de Aviación (BoA) aumentó su participación de mercado a más del 80%. Aprovechando su posición hegemónica lanzó nuevas rutas (Cuba y Venezuela). Con estas suma siete destinos internacionales.

También anuncio la incorporación de un Airbus 330 y de un Boeing 737-800. Situación que según Ronald Casso, gerente de BoA, permitirá pasar de 115 y 120 vuelos al día, a 130.

Queja de los pasajeros

El dominio de BoA y la retirada de Amaszonas, provocó que la demanda presione a la aerolínea estatal generando un aumento promedio de los pasajes aéreos de un 50%. Situación que llevó a la Autoridad de Transporte y Telecomunicaciones (ATT), realizar diferentes controles.

La calidad del servicio también se vio afectada. Según una encuesta realizada por la ATT, indica que la satisfacción de los pasajeros con el servicio aeronáutico en Bolivia es de 6,5 sobre 10.

Los principales aspectos que los pasajeros consideran insatisfactorios son la puntualidad de los vuelos (5,9 sobre 10), el servicio a bordo (5,8 sobre 10) y la atención al cliente (5,5 sobre 10).

Datos adicionales

Según la DGAC, el tráfico aéreo en Bolivia se recuperó en 2023, con un aumento del 20% respecto al año anterior.

El número de pasajeros transportados por BoA en 2023 fue de 2,5 millones, lo que representa un aumento del 30% respecto al año anterior.

El número de rutas operadas por BoA en 2023 fue de 30, lo que representa un aumento del 5% respecto al año anterior.

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