Santa Cruz
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Octubre, mes de los temblores políticos en Bolivia y donde aflora el descontento social, se asoma con dos grandes tareas que deben cumplir los parlamentarios antes de comenzar su última gestión, y éstas son la elección de un nuevo Fiscal general del Estado, y la renovación de sus directivas camarales.
Y la gran interrogante que ni siquiera los propios asambleístas saben responder es, ¿cómo lo harán?, puesto que las tres bancadas políticas que la conforman, como nunca en su historia contemporánea, se fragmentaron en al menos nueve bloques y hasta surgió una “bancada de disidentes” capitaneado por un alcalde municipal.
Y es el propio MAS que empezó en 2020 como un “bloque monolítico” tiene tres grupos: los evistas, arcistas e “independientes”, y hasta subdivisiones entre el bloque de los arcistas donde la voz imponente del diputado Jerges Mercado, no agrada a todos y hay varios aspirantes para presidir la Cámara Baja.
Y son los propios parlamentarios evistas y de Comunidad Ciudadana (CC) que confirman lo que se comenta entre susurros en los pasillos de edificio del Legislativo.
“Existen varios candidatos (arcistas) contrapuestos unos a otros, eso está claro. Por eso el arcismo va a tener una tarea muy difícil de cara a una nueva legislatura”, dijo el diputado Enrique Urquidi de Comunidad Ciudadana, coincidiendo con su colega evista Renán Cabezas.
Y es que en el Legislativo es un “secreto a voces” que el cruceño Mercado, quien dijo hace unas semanas que él no está tras los cargos, sino que los cargos están tras él, tiene varios anticuerpos en las filas del oficialismo.
Sin embargo, esta fragmentación les obliga a los parlamentarios de todos los bloques a buscar consensos y acercamientos con todos, lo que en gobiernos añejos conocían como “democracia pactada”.
“Vamos a buscar acuerdos con la oposición y con los mismos compañeros arcistas”, adelantó Cabezas a EL DEBER, pero ese acercamiento será una vez que los evistas conformen su plancha para la directiva.
Lo mismo pasa con las bancadas opositoras de CC y Creemos, que anunciaron por separado a este medio que en los próximos días se reunirán para elegir a sus representantes para las directivas camarales.
Pero el punto de interés principal está en la Cámara de Senadores donde por cuatro años se impuso el monopolio de un solo legislador: Andrónico Rodríguez, del bando radical del MAS y hombre de confianza de Evo Morales.
¿Será la última gestión de Andrónico?, es la gran pregunta que los actores se resisten a responder ante los medios y se conoce que una senadora arcista de La Paz aspira ser su sucesora.
Por un nuevo Fiscal
Además de las directivas camarales, la Asamblea tiene tres semanas para elegir al nuevo Fiscal general. El desafío de los parlamentarios es lograr los tercios para designar a la nueva autoridad.
“Vamos a pedir al presidente David Choquehuanca de que se sesione por tiempo y materia hasta conseguir los dos tercios para elegir al nuevo Fiscal general”, adelantó Cabezas.
Según el cronograma, este lunes empieza la séptima tarea con la evaluación de méritos de los 42 postulantes habilitados. Con todo, se prevé que entre el 18 y 23 de octubre el pleno del Legislativo elija y posesione a la nueva autoridad.
El senador Henry Montero de Creemos espera que en esta elección, los responsables no hagan chanchullo para ayudar a pasar los exámenes.
En este escenario, los más descalificados por Urquidi, Cabezas y Montero son los “disidentes” que formaron la “bancada manfredista”. Para sus colegas, son sinónimo de “prebenda”, ven que quien “les dé más” tendrá su voto ya sea para las directivas camarales o para elegir un nuevo fiscal. “Estos diputados han prostituído la política. El TSE los debe sancionar”.