Para Ellas
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Arreglo personal: Gunnar Chávez. / Fotógrafo: Jhon Orellana
Claudia Cadario Ribera tiene 36 años, nacida y criada en la encantadora Santa Cruz, se siente una orgullosa odontóloga con una maestría en Ortodoncia y también profesional autodidacta en pintura y retratista.
¿Quién es Claudia?
“Soy hija de Juan Manuel Cadario y Cecilia Ribera, mamá de un maravilloso hijo, Samuel Parada Cadario, que tiene 7 años. Mi familia y mi vocación han sido mi inspiración para perseguir cada sueño y cada objetivo. He dedicado mi vida profesional a cuidar la salud bucal de mis pacientes, trabajando con un enfoque en la prevención temprana, especialmente en los niños”.
¿Qué más te apasiona, tienes una misión en tu profesión?
Mi pasión por la prevención ha crecido con los años, al ver el impacto que un diagnóstico temprano puede tener en la vida de un niño. Creo firmemente que la salud bucal debe cuidarse desde la infancia, y que tanto los padres como los niños deben conocer la importancia de la higiene dental y de las revisiones periódicas.
Mi misión como ortodoncista es educar sobre la prevención antes de que sea necesario recurrir a tratamientos más complejos. Para mí, cada sonrisa sana que ayudo a construir es una victoria, y siento una profunda satisfacción en poder contribuir al bienestar de mi comunidad, promoviendo una cultura de prevención.
Odontóloga y artista, ¿cómo explicas esta dualidad?
Esta dualidad entre mi trabajo como odontóloga y mi vida como artista me permite ver el mundo desde una perspectiva única y llevar esa sensibilidad tanto a mis pacientes como a mis pinturas. Mi arte es también una forma de celebrar y expresar la intensidad de mis experiencias y mis emociones en la vida.
La pintura es mi otro mundo, un espacio donde encuentro libertad y expresión. Como artista, fusiono mis raíces y mi amor por el retrato en mis obras, reflejando la energía de mi cultura y mi identidad.
Desde que tengo uso de razón, amé la pintura y el retrato
Mi don viene de Dios, soy autodidacta nunca pase clases de arte para aprender. Fui sobresaliente en el colegio en artes plásticas, ya a la edad de 20 años comencé a vender retratos y a enseñar a pintar a niños y personas mayores. Ahora hago todo tipo de retratos o cuadros decorativos, no tengo la cuenta de cuantos retratos habré realizado, pero desde hace unos 16 años que vendo mis cuadros y paso clases personalizadas para enseñar a dibujar y pintar retratos en mis tiempos disponibles.
¡Mi mayor motivación es mi hijo Samuel!
Como madre, quiero que él crezca en un entorno donde la salud, la educación y el bienestar sean siempre una prioridad. Mi deseo es que él vea en mí a una mujer que lucha por hacer una diferencia en su comunidad, tanto en el campo de la salud como en el arte, y que encuentre en mí un ejemplo de perseverancia y amor por la vida.
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