Por: Rita Medina Nutricionista, dietista 

La flacidez es un problema que se va acentuando con la edad y el envejecimiento, principalmente por la pérdida y disminución de colágeno y elastina que aportan sostén y firmeza a todo el cuerpo. Se manifiesta con la perdida de tonicidad, elasticidad y musculatura, tanto en la piel como en la estructura magra. 

Las causas son diversas, las más frecuentes son las dietas rigurosas que no proporcionan los bioelementos necesarios para la regeneración y la reparación muscular, con muestras claras de desnutrición y envejecimiento prematuro.

La falta de ejercicio, ¿qué hace?

El no ejercitar los músculos, no proporcionarles el oxígeno suficiente, puede hacer que estos sufran una pérdida progresiva de la tonicidad. Y así podemos ‘generar’ enfermedades graves que producen un rápido deterioro de la salud como la diabetes u el cáncer, y otras dolencias que afectan el estado nutricional de las personas.

Dietas rigurosas, su efecto rebote y flacidez

La correcta alimentación proporciona los nutrientes necesarios para el funcionamiento adecuado del organismo, al privarnos de estos elementos indispensables, se da comienzo a un deterioro progresivo de las funciones vitales. 

Cuando nos sometemos a una restricción de nutrientes o limitamos su variedad, especialmente cuando estamos buscando disminuir de peso, de manera rápida, lo primero que perdemos no es precisamente grasa acumulada sino las proteínas constituyentes de la musculatura. 

Las dietas restrictivas suelen llevarnos a la producción del efecto rebote, es decir que al volver a comer como antes, rápidamente estos espacios serán rellenados con tejido graso, ¡ya no solo se tendrá flacidez sino también celulitis!

El valioso colágeno

Otro elemento importante que se relaciona con la flacidez es el colágeno, que es el alfa y el omega de un cutis juvenil y de la tonicidad muscular. En particular estos procesos negativos y positivos dependen fundamentalmente de la alimentación. Lo esencial es frenar el deterioro y apoyar los procesos de regeneración del organismo.

Solo así se consigue mejorar el estado de la piel en cuestión de 60 a 90 días.

¡Los bioelementos que ayudan a rejuvenecer la piel!

Antes de que las células del tejido conjuntivo hayan sintetizado el procolágeno o sustancia precursora del colágeno en los procesos del metabolismo, unas enzimas activadas por la vitamina C se dedican asiduamente a sintetizar proteínas, y especialmente los aminoácidos prolina y lisina, con la intervención de un oligoelemento, el cinc, azufre, cobre. Cuando queramos rejuvenecer la piel será preciso motivar a las células para que fabriquen mucho procolágeno.

El poder de los frutos secos

Un buen recurso a manera de ejemplo es el Muesli que con agregado frutas como el kiwi, piña y otras frutas fuente de vitamina C estaremos proporcionando los nutrientes que mencionamos. También otros alimentos contienen estas substancies que previenen la flacidez como las legumbres secas: habas, garbanzo y lentejas.

Más soya o sus derivados

Además, y como el tejido conjuntivo utiliza proteínas, hay que prever un aporte abundante por medio de la soya o sus derivados, como el tofu. Y así también los alimentos de origen animal aportan proteínas idóneas para la formación de colágeno que se absorben a través del intestino, especialmente la metionina y la cisterna, que contienen azufre, así como la prolina y la lisina.

La prevención es posible

El envejecimiento prematuro puede ser reversible si nos decidimos a cambiar nuestro estilo de vida, alimentándonos sanamente, realizando ejercicios diarios, dejando de fumar y beber (alcohol) en exceso, evitando el estrés y los ambientes contaminados.

MUESLI, UN DESAYUNO O MERIENDA IDEAL

Esta mezcla de cereales, frutos secos y semillas es un producto originario de Suiza muy habitual en los desayunos. Al contrario que la granola, no lleva líquidos para edulcorar o amalgamar, y tampoco se tuesta. Una vez preparada la mezcla, se guarda en un bote y estaría listo para su uso.

Ingredientes

¼ taza de almendras, 5 nueces, ¼ taza de cayú (si gusta), 10 cucharadas de avena, ¼ taza de cereales de maíz ¼ taza de salvado de trigo, ¼ taza de arándanos deshidratados o uvas pasas, 4 cucharaditas de sésamo, 4 cucharaditas de zapallo o girasol, 1 cucharada de canela en polvo, 1 pizca de sal.

Preparación

En un bol ponemos la avena, el cereal o hojuelas de maíz y el salvado, añadimos los arándanos o uvas pasas, los frutos secos troceados y las semillas, finalmente, ponemos sal y canela.

Mezclamos bien todos los ingredientes y guardamos nuestro muesli casero en un recipiente hermético para conservar por algunos días. Podemos consumirlo con yogur con probiótico, y también agregarle kiwi, papaya (las frutas especialmente fuente de vitamina C y A que guste). Es un excelente desayuno cargado de bioelementos, cobre, zinc, magnesio, azufre, Vit. C y proteínas indispensables para la formación de una piel lozana y libre de flacidez.

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