El ministerio de Información sudanés anunció este lunes que las fuerzas armadas dispararon contra manifestantes "que rechazan el golpe de Estado militar" en Jartum.

El ejército disparó "con balas reales" contra manifestantes frente a los cuarteles generales de las fuerzas armadas, en el centro de Jartum, cuyo acceso está bloqueado por bloques de cemento y soldados desde hace varios días, agregó el ministerio en Facebook.

La tensión entre líderes civiles y militares encargados de dirigir Sudán, uno de los países más pobres del mundo, se había exacerbado durante las últimas semanas a raíz de un intento golpista abortado, a finales de septiembre, que degeneró en la peor crisis  desde el inicio de la transición en el verano de 2019, y la caída del dictador Omar Al Bashir tras meses de importantes movilizaciones populares. 

Estimando que se trata claramente de un "golpe de estado militar" la "Asociación de profesionales", que participó activamente en la caída de Omar Al Bashir, llamó a la desobediencia civil en la capital Jartum, sumida en el caos y privada de internet.

Desde su independencia hace 65 años, el país ha estado prácticamente bajo la férula de militares e islamistas. La salida de Omar Al Bashir, tras tres décadas en el poder, había dado lugar a un Consejo compuesto en mitad por militares y mitad por civiles que dirigía el país prometiendo las primeras elecciones libres para 2023. 

Hace un par de días el campo pro civil había advertido sobre un golpe de estado en preparación, mientras circulaban rumores de un ajuste ministerial que brindaría mayor influencia al ejército.

El quiebre del principal bloque civil, las Fuerzas por la libertad y el Cambio FCC que encabezó la lucha contra la Bashir en dos facciones, ha abierto la puerta al general Abdel Fattah al Burhane.

"Pido a las Fuerzas Armadas que liberen inmediatamente a los detenidos", exhortó este lunes el enviado de la ONU para Sudán, Volker Perthes, juzgando "inaceptables" las detenciones.

Estados Unidos, cuyo emisario Jeffrey Feltman estuvo la víspera misma en la oficina del primer ministro Abdallah Hamdok, detenido este lunes, afirmó estar "profundamente preocupado" y advirtió que "cualquier cambio del gobierno de transición pone en peligro la ayuda estadounidense".

Por su parte, el jefe de la diplomacia europea Josep Borrell llamó en Twitter a la comunidad internacional a "volver a encarrilar la transición sudanesa", y la Liga Árabe también manifestó su "profunda preocupación" y llamó a "todas las partes a respetar" el acuerdo de reparto de poder.

En un país donde las telecomunicaciones son cada vez más aleatorias y la televisión estatal fue tomada por asalto por las fuerzas armadas, solo subsistía un canal abierto: los comunicados del ministerio de Información publicados en Facebook.

"Los miembros civiles del Consejo de Soberanía de transición y varios ministros del gobierno de transición fueron detenidos por las fuerzas militares conjuntas", dijo esa fuente en un primer momento.

"Tras haber rechazado apoyar el golpe de Estado, las fuerzas armadas detuvieron al primer ministro Abdallah Hamdok y lo llevaron a un lugar no identificado", agregó el ministerio luego.