El ministro francés del Interior anunció el despliegue de 10.000 policías y gendarmes, de los cuales 5.000 en la región parisina ante el temor a posibles desmanes. El gobierno tiene la intención de mantener la circulación abierta en los Campos Elíseos a pesar del pedido del alcalde del distrito de la avenida más célebre del mundo.

Francia y Marruecos chocan este miércoles en la segunda semifinal del Mundial de Qatar. Ante la posibilidad de hechos de violencia, el ministro del interior francés Gérald Darmanin anunció un dispositivo de seguridad reforzado.

"Se movilizarán 10.000 policías y gendarmes. 5.000 en la región parisina, sobre todo en los alrededores de los Campos Elíseos, y 5.000 fuera de la región parisina", declaró Darmanin ante la Asamblea Nacional.

El ministro del Interior afirmó que los Campos Elíseos no se cerrarían al tráfico, contrariamente al deseo del alcalde del distrito parisino donde se encuentra la famosa avenida de cerrarla al tráfico.

Por otra parte, añadió el ministro, se cerrarán numerosos accesos a la circunvalación de París, así como estaciones de metro y tren de cercanías (RER).

Darmanin prosiguió: "Se tratará de supervisar estas manifestaciones de alegría, a menudo familiares, en un contexto de amenaza terrorista".

El refuerzo de las fuerzas policiales se produce después de los incidentes ocurridos el sábado tras las clasificaciones de Marruecos y Francia para la semifinal, en los que al menos 170 personas fueron detenidas en Francia, un centenar de ellas en París. También estalló la violencia en Bruselas tras el partido entre Bélgica y Marruecos de la primera ronda.

Sin embargo, Darmanin advirtió contra cualquier interpretación "racista" de los hechos, mientras que una parte de la oposición de derecha y extrema derecha lleva varios días denunciando los incidentes provocados por los seguidores de los equipos norteafricanos en

"Oigo un poco (...) 'porque es Marruecos'. Hay una especie de trasfondo racista, creo, en un mínimo de comentarios", declaró en el canal público France 2.

"Evidentemente, los marroquíes tienen razón al estar orgullosos de su selección", prosiguió Darmanin. "Nuestros amigos marroquíes, y obviamente todos los aficionados franceses, son bienvenidos (...) Nuestro trabajo no es impedirles que lo celebren, sino que lo hagan en buenas condiciones de seguridad".

"El tiempo no va a ayudar mucho a las reuniones festivas, aunque podamos pensar (que) la gente querrá mostrar su alegría, lo cual es bastante legítimo. (...) La fiesta debe hacerse de forma respetuosa con las normas de la República, con los comerciantes, con la policía".

"Se ha puesto en marcha un dispositivo específico en la avenida de los Campos Elíseos para prevenir cualquier alteración del orden público que pudieran generar los hinchas y para luchar contra toda forma de delincuencia", señaló por su parte la Prefectura de París en un comunicado.

"Las fuerzas del orden garantizarán una presencia visible y disuasoria para evitar comportamientos peligrosos, actos vandálicos y agresiones, en el perímetro inmediato, pero también en mayor profundidad en las carreteras aledañas."

En total, cerca de 54.000 franceses están establecidos en el reino marroquí y, a cambio, las estadísticas disponibles muestran que hay más de un millón de marroquíes viviendo en Francia, incluidos muchos matrimonios binacionales.

Los lazos culturales y económicos entre Francia y su antiguo protectorado, que se independizó en 1956, siguen siendo fuertes, lo que también contribuye a la dimensión emocional de este partido.

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