La vicepresidenta estadounidense aseguró el miércoles 16 de octubre que su presidencia no sería “una continuación” de la de Joe Biden. La candidata presidencial demócrata habló de inmigración e intentó cortejar a los republicanos moderados en la cadena conservadora.

Kamala Harris asumió el riesgo de una entrevista en terreno hostil, al hablar en Fox News. Pero la vicepresidenta, que sustituyó a Joe Biden a mediados de julio en su duelo con Donald Trump, salió por primera vez de su cauteloso juego de equilibrios y se distanció claramente del actual presidente Joe Biden, recalca nuestro corresponsal en Miami, David Thomson.

“Mi presidencia no será una continuación de la de Joe Biden”, dijo. “Como todo nuevo líder que asume el cargo, aportaré mi experiencia vital, mi experiencia profesional y nuevas ideas”, dijo la candidata demócrata, a 20 días de las elecciones presidenciales en EE.UU. 

Se enfrenta a un delicado juego de equilibrios: está obligada a poner su propio sello en la campaña, sin desautorizar el mandato del octogenario líder. “Represento a una nueva generación de líderes”, insistió la candidata, que cumplirá 60 años este domingo.  

Interrogada por un avezado periodista de Fox News durante unos treinta minutos, Kamala Harris se vio contra las cuerdas en algunos momentos. Sobre todo en el tema de la inmigración.  El periodista destacó que migrantes liberados en espera de juicio migratorio cometieron crímenes atroces y lo ilustró con el video de la madre de una chica asesinada.

"Son casos trágicos, no cabe duda (...) y no puedo ni imaginar el dolor que han experimentado las familias de esas víctimas por una pérdida que no debería haber ocurrido" pero "también es cierto que si se hubiera aprobado una seguridad fronteriza hace nueve meses, habríamos tenido más agentes fronterizos en la frontera" con México, se defendió ella.

La exfiscal de 59 años insistió en que el sistema migratorio "está roto" y acusó a Trump de poner obstáculos para arreglarlo, bloqueando un proyecto de ley bipartidista.

En la cadena más vista de Estados Unidos, y abiertamente a favor de Donald Trump, Kamala Harris ofreció a los espectadores una visión del candidato republicano diferente a la habitual: la vicepresidenta aprovechó para acusar a Donald Trump de “degradar” a los estadounidenses.

“El presidente de Estados Unidos debería ser capaz de lidiar con las críticas sin amenazar con meter a los críticos en la cárcel”, dijo. Justo antes de su primera entrevista en Fox News, Kamala Harris ya se había dirigido a los republicanos en un mitin en Pensilvania, citando al general Mark Milley. Este ex alto cargo militar de Donald Trump lo describió como “fascista hasta la médula”.

“Para aquellos de ustedes que nos están viendo, si comparten esa opinión, no importa de qué partido sean, no importa a quién votaron la última vez, hay un lugar para ustedes en esta campaña”, dijo Kamala Harris, que volvió a calificar al expresidente de “desquiciado”.