El miércoles 11 de septiembre, los diputados de la oposición no lograron reunir la mayoría de dos tercios necesaria para levantar el veto del Presidente Javier Milei al aumento de las jubilaciones aprobado por el Parlamento argentino el mes pasado, a pesar de que decenas de miles de personas se habían concentrado frente al Congreso para exigir que se rechazara el veto.

Con nuestro corresponsal en Buenos Aires, Théo Conscience

A las 11 de la mañana del miércoles, cuando comenzaba la sesión plenaria en la Cámara de Diputados, ya había un gran número de manifestantes fuera del Congreso, que estaba atrincherado por las fuerzas del orden. Luis Alberto Landaris tiene 64 años. Cobra la pensión mínima y, para hacer frente a la inflación galopante (+94% desde principios de año), sigue trabajando como comerciante.

“El viernes 23 cobré 277.000 pesos, unos 200 euros. Ayer pagué un remedio 120.000 pesos, ¿cómo me va alcanzar?”, se pregunta.

Disgustado

Dentro del Parlamento, los diputados procedieron a la votación hacia las 15.30 horas, y la oposición no logró reunir la mayoría de dos tercios necesaria para rechazar el veto presidencial al aumento de las pensiones. Javier Milei se congratulaba de que se hubiera preservado el equilibrio presupuestario, mientras que Julio, de 69 años, se mostraba indignado ante el Congreso.

“El Presidente supuestamente vino a combatir la 'casta'. ¿Somos nosotros la casta? Creo que si hubiera dicho que la casta eran los jubilados, no ganaba”, aseguró.

Milei celebró la decisión en la red X: "Hoy 87 héroes le pusieron un freno a los degenerados fiscales que intentaron destruir el superávit fiscal que los argentinos con tanto esfuerzo logramos conseguir".

Tras la votación, se produjeron incidentes en el exterior del Parlamento. Los manifestantes derribaron las barreras antidisturbios y la policía respondió con gases lacrimógenos y munición de goma. El balance provisional fue de nueve heridos y un detenido.

"No hay plata" 

La ley, que había sido aprobada por mayoría en ambas cámaras, otorgaba un aumento de 8,1% a los pasivos, en un contexto de más de 250% de inflación anual.

Pero Milei, un ultraliberal, la vetó por ser "manifiestamente violatoria del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento".

"No podemos dictar leyes que determinen erogaciones sin saber cómo se van a solventar", dijo la diputada oficialista Juliana Santillán, de la Libertad Avanza, al justificar su voto. "No podemos gastar lo que no tenemos, no hay plata", agregó, citando una de las frases de cabecera de Milei.

Ese "es un argumento falaz", planteó el diputado Rodrigo De Loredo, presidente del bloque de la Unión Cívica Radical (UCR), que se dividió en esta decisión.

 "Tenemos una obligación constitucional (...), vamos a intentar que el gobierno recapacite", dijo al calificar como "feroz el ajuste que recibieron los jubilados".