Este 22 de junio se llevaron adelante protestas en Argentina por la represión que tuvo lugar dos días antes en la provincia norteña de Jujuy, fronteriza con Bolivia. Los choques del martes entre manifestantes y policías dejaron más de 110 heridos y más de 40 detenidos, y generaron reacciones internacionales así como tensiones en la política local.
Las protestas en Jujuy comenzaron el 5 de junio, con dos ejes fundamentales. Por un lado, manifestar contra el proyecto de reforma de la constitución provincial y por el otro, demandar mejoras salariales docentes. Las movilizaciones de este jueves tuvieron su epicentro en la provincia de Jujuy, pero se replicaron en distintos puntos del país, como en la capital.
"Queremos que renuncie Gerardo Morales"
En efecto, alrededor de cien personas se manifestaban este jueves frente a un vallado colocado a 50 metros de la Casa de Jujuy, la representación de la provincia en la capital, Buenos Aires. En el vallado había carteles que condenaban la represión, cuestionaban la reforma constitucional y responsabilizaban al gobernador de Jujuy Gerardo Morales por lo ocurrido.
Agitando una wipala, la bandera andina de siete colores, se encontraba Gloria Toledo, jujeña y descendiente de pueblos originarios. "Queremos pedir que baje la reforma Gerardo Morales, que la hizo ilegalmente, de espaldas al pueblo jujeño. Esperemos que no pasa nada más grave de lo que ya pasó. Pero queremos que renuncie Gerardo Morales, porque no se merece estar donde está. Porque el pueblo lo puso ahí y el pueblo tiene que sacarlo", dijo a RFI.
Con vistas a las elecciones
En 2023 hay elecciones presidenciales en Argentina, y lo que ocurre en Jujuy también es leído en función de esa disputa. Para el oficialismo nacional de la alianza peronista Unión por la Patria, es una suerte de aviso de lo que sucederá a nivel país si la oposición gana los comicios y utiliza la represión para implementar reformas impopulares.
A su vez, la oposición de Juntos por el Cambio, a la que pertenece el gobernador Morales, dice que lo que ocurrirá es que la Unión por la Patria impulsará una constante presión en la calle que pondrá en juego su capacidad de gobernar.