El sueño de muchas personas es retardar el envejecimiento y que la piel se conserve lozana. La industria cosmética se ha dedicado a ello incansablemente; sin embargo, los nutricionistas son contundentes, la alimentación  determina que las células del envejecimiento se activen antes de lo adecuado.

Comer saludable es el mejor remedio para tener piel saludable, cabello brillante y fuerzas para disfrutar de la vida. Cristhian Paz, nutricionista boliviano, recuerda que ingerir verduras y frutas frescas, tomar agua, consumir de vez en cuando carnes magras y blancas, es lo más recomendable.

También dice que se debe evitar algunos hábitos, como exponerse en exceso al sol, consumir alcohol y tabaco, y desvelarse.

Si la persona lleva una vida ordenada, si se alimenta bien, si hace ejercicios y evita malos hábitos, con seguridad de que su cuerpo tardará en deteriorarse.

El diario español La Vanguardia indica que existen cinco alimentos que deben ser retirados de la mesa, que aunque son sabrosos y populares, ocasionan que se activen más rápido las células del envejecimiento. 

Embutidos. Los productos elaborados con carne de res, cerdo y pollo, conservantes y condimentos pueden dañar el colágeno de la piel y acentúan la aparición de arrugas y marcas de expresión.

Mantequilla. Se la come con pan, para freír algunos alimentos y en la elaboración de tortas y pasteles. Su consumo excesivo provoca un daño oxidativo en la piel, debido a los radicales libres que tiene en abundancia y causa que se activen las células del envejecimiento y de enfermedades crónicas.



Sal. Casi todos los alimentos la llevan, pero lo que se debe hacer es no abusar de ella y colocar solo lo necesario, para darle gusto a la comida. Aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y deshidrata la piel, ocasionando que se vuelva más seca.



Papas fritas. Son dañinas para la salud y tienen bajo nivel nutricional. Se las debe evitar, pues tienen exceso de radicales libres, que envejecen prematuramente la piel.



Bebidas azucaradas. Otro clásico de las comidas rápidas, de los churrascos y casi siempre son las preferidas para combatir el calor. Su exceso puede afectar la calidad del sueño y ello lleva a que las células del envejecimiento empiecen a actuar más temprano.