La tasa de mortalidad por sida en Brasil cayó a 3,9 muertes por cada 100.000 habitantes en 2023, su menor nivel desde 2013, cuando las estadísticas comenzaron a ser recopiladas, informó este jueves el Ministerio de Salud.

La tasa de mortalidad por sida registró una reducción del 32,9 % en 2023 con respecto a la de 2013, cuando era de 5,7 muertes por cada 100.000 habitantes, de acuerdo con el informe epidemiológico divulgado por el ministerio.

A pesar de esa reducción, el número de brasileños que murieron como consecuencia del sida el año pasado fue de 10.338.

Desde el inicio de la epidemia del sida, en 1980, y hasta diciembre de 2023, Brasil registró 392.981 muertes por sida, que lo convierten en uno de los países más afectados por la enfermedad.

En 2023 fueron confirmados 38.000 nuevos casos de sida en el país, un número en un 4,5 % superior al de 2022, pero ese aumento fue atribuido a la mejoría en la capacidad de Brasil para diagnosticar la enfermedad.

De acuerdo con el ministerio, con la distribución en mayo del año pasado de 4 millones de pruebas rápidas de detección, que permiten identificar si una persona es portadora del virus transmisor del sida o de sífilis con una gota de sangre, Brasil amplió significativamente la cobertura del diagnóstico precoz.

Según el ministerio, esa estrategia le permitió a Brasil diagnosticar en 2023 el 96 % de las personas que se preveía que se contagiarían con el virus transmisor del sida y que desconocían su condición.

De los nuevos casos registrados el año pasado, el 70,7 % fue diagnosticado en hombres, principalmente entre 25 y 29 años (34 % del total) y entre 30 y 34 años (32,5 %).

El 63,2 % de los nuevos casos fueron diagnosticados en personas negras o mulatas y un 63,2 % en hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.

Desde el comienzo de la epidemia en 1980, Brasil contabiliza 1,17 millones de casos de sida, con un promedio anual de 36.000 nuevos casos en los últimos cinco años.

El Ministerio de Salud explicó que asumió la meta de eliminar la transmisión vertical del sida como problema de salud pública hasta 2030 y que fue el primer país en el mundo a lanzar una política gubernamental con ese objetivo específico.

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