Una gran cantidad de animales silvestres calcinados por el fuego pudo evidenciar EL DEBER en un recorrido que realizó por los caminos de la provincia Guarayos en la jornada del sábado. Un perezoso quedó reducido a carbón tras el incendio.

En las comunidades de Limoncito y Los Chacos, distantes a 50 kilómetros de Ascensión, ruta antigua a Beni, se pudo ver muchas aves muertas en el camino, así como monos, peni, jausis, entre otros.

La muerte que llamó la atención fue la de un perezoso, que no pudo huir del fuego y pereció bajo las llamas. Ocurrió la noche de este sábado en un incendio de magnitud, por la zona de las oficinas de la Autoridad de Bosques y Tierra (ABT), distante a un kilómetro de la zona urbana de Ascensión.

El animalito, aún con vida, fue encontrado por voluntarios que combatían las llamas para que no ingrese a los campos demostrativos del Instituto Yen bo' Ezareta, que queda por el lugar.

"Que tristeza y pensar que esto es obra del mismo hombre" expresó el mayor Pedro Silva, comandante de la Policía de Guarayos, que junto a un contingente policial estuvieron apoyando en las tareas de mitigación de incendios.

Pero no solo es en la provincia Guarayos, en las provincias Ñuflo de Chávez , Velasco, Cordillera y en el Norte Integrado, miles de animales han muerto a causa de la imprudencia del hombre, que provoca incendios, devastando la naturaleza y en consecuencia el hábitat natural de los animales.

Situación similar ocurre en los departamentos de Beni, Pando, La Paz y Cochabamba.

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