San Matías vive un infierno desde hace 62 días. Los devastadores incendios, impulsados por fuertes vientos y una vegetación seca, han arrasado con 1.152.440 hectáreas en el Área Natural de Manejo Integrado (ANMI) San Matías, dejando en cenizas casi el 40% de su superficie total.

Autoridades, guardaparques y pobladores describen la situación como el peor desastre en el ANMI y esperan que un milagro ayude a sofocar las llamas que se han desplazado a áreas de difícil acceso, dañando bosques y pantanos, hogar de especies únicas, como la paraba azul, que ya sufre la quemazón de sus nidos.

A pesar de los incansables esfuerzos por controlar el incendio, las prioridades se han volcado en proteger las comunidades y preservar la vida humana. Esperan cisternas para trasladar agua a lugares estratégicos, donde los animales están saliendo, dice Ricardo Barbery, guardaparque del ANMI San Matías.

El ANMI San Matías, situado entre tres grandes ecorregiones: bosque seco chiquitano, sabanas inundables y cerrado, enfrenta daños irreparables en su flora y fauna.

El alcalde de San Matías, Carlos Velarde, dice que se ha venido trabajando conjuntamente con Defensa Civil, el Ejército y los comunarios, con el apoyo logístico del municipio, pero el fuego sigue siendo incontrolable debido a la extrema sequedad de la vegetación y los fuertes vientos que generan huracanes. En menos de 24 horas, las llamas consumieron más de 70 kilómetros entre las comunidades de Las Petas y Natividad, dice el alcalde al referirse a la velocidad con la que avanza el fuego.

Velarde solicita a la Gobernación, a través del Sedcam, más maquinaria pesada para un trabajo mecanizado. “La prioridad de los tres niveles de gobierno debe ser proteger la vida humana, las viviendas y las comunidades. Ya hemos sufrido la pérdida de hogares porque este año el fuego ha sido imparable”, comenta.

Barbery añade que el incendio se ha propagado a zonas inaccesibles, dificultando aún más los esfuerzos de mitigación. Guardaparques de todo el país han acudido en apoyo de los 12 guardaparques locales que se suman a las brigadas de bomberos que combaten en esta área protegida, la segunda más extensa de Bolivia, con 2.918.500 hectáreas.

La sequía ha jugado en contra, coindice Barbery, que también cree que las autoridades no atendieron con prontitud la emergencia. “Está demasiado seco, no hay humedad y el pantanal no tiene agua, por lo que hay mucho combustible (vegetación) para el fuego, lo que hace que el incendio sea devastador”, agrega.

Actualmente, el fuego avanza en distintas direcciones, hacia Chiquitos y La Gaiba, pero la falta de accesos obliga a priorizar el combate aéreo.

Hasta el momento ardieron 1.975.929 hectáreas en el departamento cruceño, siendo San Matías el municipio más afectado. “El 60 por ciento de las hectáreas quemadas están en el municipio de San Matías, en un área protegida nacional”, informó el coordinador del COED, Jhonny Rojas.

Lamentablemente el fuego no se detiene y las hectáreas quemadas van en aumento y este miércoles se registraron 25 incendios en 11 municipios.

“Los pronósticos no son alentadores, la sequía extrema, el estrés hídrico, la baja precipitación y el cambio climático nos está azotando, estamos peor que en 2019 (año crítico por incendios). Si entre todos no unificamos esfuerzos, lamentablemente se nos vienen días terribles para el departamento”, dijo.

Restringen vuelos

La estatal Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol), anunció este miércoles que, a raíz de los incendios que afectan la región chiquitana, se restringen las operaciones en los aeródromos de las localidades de San Javier, Concepción, San Ignacio de Velasco, Roboré y San José de Chiquitos.

El director de la entidad, Elmer Pozo, informó que la restricción es de un mínimo de 2.500 metros de visibilidad, según normativa de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC). La medida se aplica para las operaciones denominadas ‘recurrentes’, es decir, de empresas de taxi aéreo y escuelas de pilotaje que operan desde el aeropuerto El Trompillo.

Subrayó que se espera la mejora de las condiciones meteorológicas para autorizar los planes de vuelo de las escuelas y empresas que operan hacia la Chiquitania, donde los vuelos han sido perjudicados por la densa humareda en ciertos horarios.

“En los demás aeropuertos, como Ascensión de Guarayos, San Matías, Puerto Suárez, Camiri, Vallegrande no hemos tenido ninguna restricción desde el mes de julio hasta la fecha de hoy”, agregó el director de Naabol.

Clases en Santa Ana

La unidad educativa 25 de Mayo, en Santa Ana de Velasco, suspendió las clases presenciales debido a la densa humareda causada por los incendios forestales incontrolables en la región.

“El humo es muy denso y peligroso para la salud de los estudiantes, por eso hemos decidido cambiar a la modalidad virtual,” explicó Wálter Algañaraz, director de la unidad educativa.

La medida afecta a 180 estudiantes, quienes deberán seguir sus estudios a distancia hasta nuevo aviso.

El subalcalde de Santa Ana de Velasco, Damián Matías Pesoa Surubí, manifestó su preocupación por el incendio que ya lleva cinco días arrasando la zona y que ha afectado a cuatro comunidades, incluida Santa Ana.

“El fuego es demasiado intenso, necesitamos ayuda del Gobierno nacional, más bomberos y un helicóptero para contener los incendios antes de que se extiendan a otras comunidades,” señaló el subalcalde.

La humareda está afectando a la población. Los centros de salud están colapsados por la afluencia de vecinos y estudiantes con problemas respiratorios, y la escasez de oxígeno y medicamentos está agravando la situación, especialmente entre los voluntarios que combaten el fuego.

En Concepción, cinco bomberos voluntarios tuvieron que ser evacuados de emergencia al hospital municipal debido a la intoxicación por el humo.

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