Después de un mes de días fatídicos, por la densa humareda que envolvió literalmente el ambiente, producto de los incendios forestales, este viernes el cielo amaneció totalmente limpio, gracias a la llegada de ráfagas de viento frío del norte, por lo que las actividades volvieron a su normalidad, entre ellas las clases presenciales.

La densa humareda, comenzó a bajar a partir de la tarde del jueves, tras la llegada del ventarrón, aunque no cayó ni una gota de agua.

Pero reportes del Comandante de Funsar Guarayo, Julio César Cagua, indican que se reactivaron focos de incendios, al ser atizados por el viento, entre ellos por la zona de Iyosar y Pénjamo, a pocos kilómetros del pueblo, por lo que voluntarios continúan batallando.

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