Los bomberos voluntarios que luchan contra los incendios forestales en la Chiquitania y otras zonas afectadas por el fuego, en el departamento de Santa Cruz, han comenzado a reportar graves problemas de salud. 

Daniela Justiniano, coordinadora de Alas Chiquitanas, expresó su preocupación por el deterioro en la salud de varios de ellos, quienes han llegado a la ciudad de Santa Cruz en busca de atención médica. Dos bomberos de la Brigada Jaguares de Concepción, incluido su comandante, presentan serias complicaciones respiratorias, y uno de ellos requiere estudios médicos especializados, como endoscopía y tomografía.

Uno de los casos más alarmantes es el de Carlos Cuasace Ipi, un bombero de 19 años, que sufrió una parálisis corporal el pasado 17 de septiembre. Según los médicos, sufre inflamación del corazón, debido al intenso calor y la inhalación de humo durante los incendios. Cuasace aún debe someterse a más estudios para recibir un diagnóstico completo.

"Los bomberos están siendo atendidos por médicos privados, pero necesitamos más apoyo. Hemos solicitado hospedaje; pero la ocupación hotelera por la Expocruz ha complicado la situación", señaló Justiniano. A pesar de los esfuerzos de la organización para brindar asistencia, la falta de respuesta y apoyo médico por parte de las autoridades es evidente.

Justiniano insistió en la necesidad urgente de más médicos y tanques de oxígeno en Concepción, donde el humo sigue afectando no solo a los bomberos, sino también a la población, especialmente a niños y adultos mayores.

"Exigimos atención médica exclusiva para los bomberos. Están arriesgando su vida y no vemos ninguna respuesta de las autoridades para apoyarlos", sostuvo Justiniano.

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