Bolivia atraviesa una crisis que, según el gobernador cruceño Luis Fernando Camacho, se debe a la “angurria de poder” del expresidente Evo Morales y del presidente Luis Arce. Desde su celda en Chonchocoro, Camacho afirmó que ambos líderes del Movimiento al Socialismo (MAS) están “asfixiando al país” mientras los ciudadanos intentan “respirar en medio de la crisis”.

Camacho denunció que el MAS ha sumido al país en avasallamientos, incendios, contaminación y corrupción. En contraste, sostuvo que el modelo productivo de Santa Cruz representa prosperidad y respeto a la propiedad privada, un modelo que, según él, debería replicarse en todo el país. 

“Bolivia debe elegir entre ser la Bolivia del pan en la mesa o la Bolivia de la piedra en la mano”, señaló el gobernador en sus redes sociales.

Bloqueos 

Las declaraciones de Camacho se producen en un contexto de violencia en varias rutas del país, especialmente en Cochabamba y Oruro, donde los bloqueos impulsados por sectores afines a Morales han generado enfrentamientos con la Policía. El presidente Arce, quien había prometido una intervención en estas zonas de conflicto, enfrenta críticas por no controlar la inseguridad en las carreteras.

La Policía ha denunciado la presencia de “grupos violentos armados” en algunos puntos de bloqueo, aumentando el riesgo para los ciudadanos y los propios agentes.

Mientras tanto, líderes de la oposición, como el expresidente Carlos Mesa, acusan a Morales de buscar impunidad y critican la falta de acción de Arce. 

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