"Este 24 de septiembre no tenemos nada que festejar", así lo señalan los dirigentes de los casi 200 marchistas chiquitanos que permanecen en vigilia en el atrio de la catedral.  Ellos permanecerán en el corazón de la capital cruceña, que les acogió tras recorrer a pie la distancia desde San José de Chiquitos.

Franklin Moreno funge como portavoz de los indígenas y campesinos chiquitanos movilizados. "Traemos la reivindicación de un sector que siempre fue marginado", manifiesta.

Una comisión de los marchistas chiquitanos se ha reunido con la columna central que viene desde Trinidad (Beni). Trabajan en una comisión técnica para ordenar la agenda nacional indígena. "Es una agenda integral", explica Moreno al señalar que, como chiquitanos, demandarán su justo derecho a la tierra, un pedido desconocido por años por las autoridades nacionales.

Moreno resume el sentir de la comunidad chiquitana. "Llevamos muchos años sin que titulen nuestras tierras y ahora nos avasallan los hermanos del occidente, que están guiados por malos dirigentes",  denuncia. 

También lamenta la intención de diversos actores que quieren teñir la marcha con la etiqueta de política. "Respetamos la cultura y organización de los pueblos del occidente, pero deben aprender a respetar la cultura del oriente", agrega.

Por el momento, los marchistas reciben la asistencia sanitaria mientras se recuperan del desgaste físico después de recorrer casi 200 kilómetros. Moreno asegura que permanecerán en vigilia hasta que llegue la marcha indígena.   

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