Seis personas, entre nacionales y extranjeras, fueron condenadas a tres años de cárcel en Palmasola, tras declararse culpable de estafas virtuales y extorsiones a ciudadanos y empresas del país vecino de Perú, desde el interior de un centro de operaciones instalado en la capital cruceña.

Los implicados ya habían sido enviados de manera preventiva al penal en una primera audiencia, pero este viernes decidieron someterse a un procedimiento abreviado en el que admitieron que cometieron cibercrímenes y la justicia los condenó a todos a seis años de prisión.

La fiscal Mirtha Mejía indicó que imputó a los seis detenidos en la cárcel por los presuntos delitos de enriquecimiento ilícito con afectación al Estado y favorecimiento al enriquecimiento ilícito.

Por su parte, el abogado de los acusados, José Islas, dijo que sus defendidos aceptaron declararses culpables, porque no tienen los recursos económicos para defenderse del proceso penal que le sigue el Ministerio Público.

Explicó que los sentenciados, tres bolivianos y tres venezolanos, podrán salir de la cárcel accediendo al beneficio de la suspensión condicional dé la pena cuando cumplan con la documentación que exige la justicia.

La investigación contra estas personas se dio gracias a una denuncia de las autoridades peruanas, quienes solicitaron ayuda a la Policía Boliviana para desarticular una red de estafadores que operaban, de manera ilegal, vendiendo facturas para Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat) de Perú.

Erik Holguín, comandante departamental de la Policía de Santa Cruz, indicó que el mayor daño económico se lo causó a la Republica de Perú, sin embargo, aclaró que el Estado Boliviano también resultó afectado porque ingresaba al país dinero que no era declarado en frontera y se convertía en “fraudulento”.

La banda de estafadores, compuesta por peruanos, bolivianos y venezolanos, cobraba el 30% del monto que facturaba y los recibía el dinero mediante transferencias. Además, manejaba alrededor de Bs 70.000 de dinero mensual.

Esta red de estafadores usaba un servidor que era administrado en Perú por otras personas, que ya están siendo buscada en el país vecino. Su centro de operaciones, que ya fue allanado por la Policía Boliviana, se encontraba en la Radial 19, entre tercer y cuarto anillo.

Sin embargo, también se allanaron viviendas en la Villa Primero de Mayo y en la avenida 2 de Agosto, donde residían los implicados. Se secuestraron computadores, celulares y facturas que eran emitidas de manera ilegal.

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