Un niño de un año falleció en el Hospital Japonés de Santa Cruz, tras ser trasladado desde la comunidad de Río Blanco, en Concepción. Jaime Bilbao, director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), aclaró que la muerte del menor no fue causada por la inhalación de humo, como inicialmente se sospechaba, sino por un cuadro severo de gastroenteritis aguda y deshidratación.

El pequeño sufrió varios días de vómitos y diarrea, según relataron sus padres, quienes lo medicaron en casa sin acudir a un centro médico. El niño también presentó fiebre alta y convulsiones antes de ser trasladado al centro de salud en Concepción. Dada la gravedad de su estado, los médicos decidieron referirlo de inmediato al Hospital Japonés en la ciudad de Santa Cruz.

Durante el traslado, el niño sufrió un paro cardiorrespiratorio, que fue revertido temporalmente. Sin embargo, llegó sin signos vitales al hospital, donde los médicos intentaron reanimarlo sin éxito. 

El diagnóstico final, según el informe forense, indica que el niño falleció por un shock séptico debido a una infección generalizada en su organismo.

Jaime Bilbao aprovechó para hacer un llamado a los padres a evitar la automedicación y recordó que medicamentos, como la aspirina están prohibidos para niños debido a sus efectos adversos. 

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